CIENCIA Y TÉCNOLOGIAINTERNACIONALES

Un informe reveló que el 75% de Estados Unidos podría sufrir un terremoto devastador en los próximos 100 años

El nuevo mapa del Servicio Geológico estadounidense expuso la identificación de 500 nuevas fallas, que elevan la amenaza de sismos graves para las próximas décadas

Un reciente informe del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) advirtió que aproximadamente el 75% del territorio estadounidense, también tomando en cuenta Alaska y Hawái, enfrenta un creciente riesgo de sufrir terremotos potencialmente destructivos en los próximos 100 años. Esta alarmante declaración surge a raíz de un meticuloso análisis de nuevos estudios sísmicos, datos geológicos históricos y tecnologías avanzadas de recopilación de datos, que han permitido a los investigadores identificar cerca de 500 nuevas fallas susceptibles de generar sismos perjudiciales.

El mapa multicolor presentado por el USGS, el primero que incluye los 50 estados del país, tiene la finalidad de ayudar a geólogos e ingenieros a prepararse ante las amenazas que representan estos fenómenos naturales para la infraestructura nacional y la población.

“Los terremotos son difíciles de prever, pero hemos logrado grandes avances con este nuevo modelo”, señaló el geofísico Mark Peterson a CBS News. Además, destacó que la actualización del modelo incorpora más fallas, descripciones más precisas de las superficies terrestres y avances computacionales en la modelación que ofrecen una visualización detallada de los riesgos sísmicos que enfrentamos.

USA Today resaltó que las zonas con mayor probabilidad de sufrir temblores de gran magnitud se localizan a lo largo de la costa atlántica central y noreste, afectando a ciudades como Washington D.C., Filadelfia, Nueva York y Boston. De igual forma, California y Alaska, ya reconocidos por su actividad sísmica, han sido señalizados como de alto riesgo para sufrir mayor agitación sísmica en las próximas décadas.

Por otro lado, Hawái se destaca por su gran potencial de enfrentar terremotos catastróficos debido a las observaciones geológicas post erupciones volcánicas y la inestabilidad sísmica de la región.

La investigación, publicada en la revista Earthquake Spectra, no solamente pone en perspectiva la amenaza sísmica, sino que ofrece también información crucial para arquitectos, ingenieros y formuladores de políticas en lo que respecta al diseño y construcción de edificaciones. Tal como afirmó Peterson, este modelo representa un “hito para mejorar la seguridad pública”.

El estudio, considerado el más actualizado desde 2018, enfatiza que en los últimos doscientos años, 37 estados han experimentado terremotos con magnitudes superiores a 5 en la escala de Richter, poniendo de relieve una extensa historia de actividad sísmica en el país. A pesar de que el USGS aclara que no está realizando predicciones, esta información es esencial para los responsables de diseñar medidas preventivas y protocolos de seguridad ante futuros sismos.

La investigación destaca la relevancia del modelo sísmico para la toma de decisiones en la construcción y planeamiento urbano. (REUTERS/Joseph Campbell)La investigación destaca la relevancia del modelo sísmico para la toma de decisiones en la construcción y planeamiento urbano. (REUTERS/Joseph Campbell)

California es un ejemplo claro de cómo se puede utilizar esta información, ya que actualmente ofrece subvenciones de USD 3.000 para la adecuación antisísmica de viviendas. Joe Demers, ingeniero civil de Alpha Structural, destacó la importancia de tales medidas: “En terremotos, las casas pueden literalmente deslizarse de sus cimientos si el terreno se mueve de lado a lado”.

Los mapas desarrollados por el USGS son fundamentales para la industria de la construcción, proporcionando información crítica que permite incorporar adecuaciones esenciales para mitigar los daños durante un terremoto. Además, los modelos sísmicos son igualmente valiosos para que los políticos de todo el país tomen decisiones informadas en cuanto a la planificación urbana y la gestión de emergencias.

Como parte de su compromiso con la investigación y la difusión de información valiosa en torno al riesgo sísmico, el USGS continuará monitorizando y analizando la actividad tectónica, con la finalidad de actualizar y precisar sus modelos en función de los datos más recientes. Este esfuerzo colaborativo, que involucra a más de 50 científicos e ingenieros, refleja el papel fundamental de la ciencia en la preparación y respuesta ante los desastres naturales.

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