Honduras se posesiona del cuarto lugar en las proyecciones de crecimiento del FMI
En las proyecciones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional FMI para América Central en 2024, Honduras se posesiona del cuarto lugar, con un 3.6 %, dejando atrás a Nicaragua, 2.5 %, Panamá, 3.5 % y República Dominicana, 5.4 %.
El primer lugar lo tiene Costa Rica con un 4.0 %, el segundo es para El Salvador, 3.0 % y el tercero para Guatemala con 3.5 %.
Pronostico positivo
El secretario privado Héctor Zelaya, se refirió sobre la proyección en su cuenta X adjudicándola como “buenas noticias para Honduras, el FMI reporta un crecimiento económico que supera a países vecinos como Guatemala, El Salvador, Nicaragua e incluso a Panamá”, posteó.
Además, especifica que este pronóstico positivo es un claro indicador del buen rumbo que se está tomando como nación.
“A pesar de las aves de mal agüero que le desean el mal a Honduras, nuestra determinación y trabajo incansable nos llevan hacia un futuro próspero, seguimos adelante, con paso firme, mirando hacia el futuro”, puntualizó el secretario privado.
Resiliencia
El FMI manifiesta que la región de América Latina y el Caribe ha dado muestras de una resiliencia notable ante los recientes desafíos mundiales, y se ha recuperado de la pandemia con más fuerza de lo esperado. Ahora, el crecimiento se está moderando, de 2,3% en 2023 a 2,0% en 2024, ya que la mayor parte de las economías se encuentran en su nivel potencial.
Indican que esta moderación también se debe a una coyuntura exterior más débil y al impacto que se está sintiendo de las políticas restrictivas dirigidas a frenar la inflación, la cual se encuentra en una trayectoria descendente, debido a las prontas medidas de los bancos centrales de la región y a las tendencias de desinflación a escala mundial.
Con la remisión de las presiones inflacionarias, la distensión de la política monetaria puede continuar de forma que equilibre la reducción duradera de la inflación hacia la meta y evite una contracción económica excesiva.
Política fiscal
Manifiestan que la política fiscal debería centrarse en acelerar los esfuerzos de consolidación para recomponer el espacio fiscal mediante la movilización de ingresos, sin descuidar los gastos sociales esenciales para mantener la cohesión social.
La pobreza y la desigualdad todavía son altas en la región, así que es imperativo impulsar el crecimiento potencial, cuyo promedio de aproximadamente 2,5% está al zaga de los de economías semejantes.
Precisan que las reformas estructurales para elevar el crecimiento deberían centrarse en reforzar el Estado de derecho, mejorar el clima empresarial, impulsar la participación en la fuerza laboral en especial de las mujeres y resolver el tema de la informalidad. Abordar los problemas de delincuencia y violencia también puede redundar en importantes beneficios sociales y económicos.