OPINIÓN

Entre la libertad y la esclavitud

No todos han entendido el contenido ni la importancia de lo que dice Javier Milei en Argentina. Cuando dice ¡Viva la libertad carajo! en realidad se refiere a qué gradualmente los partidos de izquierda progresistas y los partidos de derecha conservadores han ido secuestrando nuestra libertad y volviéndonos esclavos a un sistema que ambos extremos han patrocinado.

Triste fue ver a un político de izquierda y a otro de derecha tradicional estando de acuerdo en casi todo en un programa de televisión reciente. En ese momento me di cuenta de que ambos son cómplices de un solo sistema de esclavitud.

Son lo mismo porque gradualmente nos han ido quitando la libertad de decidir a quién le compramos la electricidad pues nos impone un monopolio estatal, nos han quitado la libertad de elegir con quién trabajamos pues nos quieren imponer contratos laborales rígidos, nos han quitado la libertad de elegir servicios médicos pues nos imponen un monopolio por medio del Seguro Social. Un país donde se protege a la banca “para mantener la estabilidad del sistema financiero” y se desprotege al usuario de los abusos de los bancos y aseguradoras. Un país donde en las escuelas públicas se impone una educación sexual con agendas progresistas LGTB que los padres no comparten; ¡y para mantener este sistema de educación nos amenazan en prohibir las escuelas privadas! Además, nos obligan a pedir permiso a funcionarios públicos para casi todo para aumentar su control sobre nuestras vidas. Encima de todo, para blindar este sistema nos imponen votar por partidos políticos (aprobados por el sistema) que cada vez menos representan la forma de pensar del votante.

Esta forma de esclavitud se impone gradualmente por medio de leyes y regulaciones que nos limitan y obligan. De esta forma nos quieren domesticar para que hagamos lo que nos dicen sin pensarlo, sin capacidad de reflexionar sobre la esclavitud a la que nos quieren llevar.

No somos un país de leyes; somo un país donde un presidente del poder legislativo se impone a patadas (y no con votos) donde un presidente se re elige aunque la constitución lo prohíbe, donde un ex convicto puede ser presidente de un partido político y la esposa de un narco traficante se le permite ser pre candidata de la oposición. Y la institucionalidad de justicias se vuelve sorda muda y ciega además de inútil.

Este es un país donde los empresarios nos imponen multas, cierres o decomisos cuando fallamos a un plazo regulatorio; mientras las instituciones públicas no cumplen con sus propios reglamentos y procedimientos y no pasa nada. Un país donde el ejército se pone a la orden del gobernante turno antes de obedecer la constitución y la prensa para poder pagar sus cuentas se debe vender al gobierno o a la oposición.

Estamos como estamos porque somos esclavos de un sistema de política sucia y asquerosa, con políticos que no respetan las leyes ni los intereses de sus votantes. Es tiempo de cambiar este sistema de esclavitud que nos hemos dejado imponer desde que terminó la dictadura militar.

¡Viva la libertad carajo!

Irving Guerrero

Libertario.

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