¿Qué significa ser una mujer empoderada?, es aquella mujer que tiene, como su nombre lo indica, el poder sobre su vida. Ella es la dueña de sus decisiones, la responsable de su resultado y quien escoge el camino que desea alcanzar. Pero esa libertad de decisión se ve condicionada por factores sociales, económicos, políticos, ambientales y culturales, que las colocan en situación de vulnerabilidad y que impactan la vida secular, familiar, laboral y política, por su origen, por su edad, por sus preferencias sexuales, por su discapacidad, por su estatus migratorio, por su ocupación o por el solo hecho de ser mujer.
El empoderamiento de la mujer en la gobernabilidad democrática y el estado de derecho implica, apropiarse del derecho de conquistar por vías necesarias y pacíficas el reconocimiento de los derechos indispensables para una vida plena, en la que prevalezca la inclusión, se garantice la participación y se logren los cambios sociales esperados para la construcción de democracias fuertes y de cultura de paz, asimismo, implica hacer uso de todo instrumento jurídico y sistema de protección legislado para garantizar el respeto y protección de sus derechos fundamentales a nivel nacional e internacional, pero además implica aumentar los factores impulsores del posicionamiento para liderar fuerzas políticas transformadoras que puedan rescatar la democracia y el estado de derecho tan golpeado en el hemisferio, por la corrupción, la discriminación, el deterioro del tejido social y el cambio climático.
La Organización de Naciones Unidas sobre mujeres hace algunos años, presentó una guía estratégica del empoderamiento político de las mujeres en América latina y el caribe, cuyos objetivos fueron la promoción de la democracia paritaria a través de medidas afirmativas; la integración de la perspectiva de género en políticas, acciones e instituciones; el fortalecimiento del liderazgo de las mujeres mediante la capacitación y la generación de redes de mujeres; la promoción de la igualdad sustantiva en los partidos políticos; y eliminación de la discriminación y estereotipos sexistas en todos los ámbitos. Es importante retomar estos objetivos en todas las esferas de acción que buscan el cambio estructural de la situación de vulnerabilidad de la mujer.
Lo que se adquiere con el empoderamiento de la mujer en derechos humanos es inclusión porque la mujer se apropia del conocimiento de los instrumentos jurídicos que nos amparan y los procedimientos o mecanismos para activarlos a nivel nacional e internacional, asimismo se adquiere una filosofía de vida, que fortalece la dignidad y el espíritu de fuerza, ante las barreras económicas, sociales, culturales, políticas y ambientales propias de un sistema histórico patriarcal, ya que una mujer empoderada en derechos humanos, introspecta sus derechos, se apropia de ellos, los transmite a sus descendientes generando cambios generacionales, hace uso de las leyes, procura el acceso a la justicia, insta el amparo de los sistemas de protección, y aún con la frustración del derecho no reconocido, de la violación no castigada o revertida si fue el caso, sigue sin parar, porque el empoderamiento transversalizó sus pensamientos y acciones y se constituye en una de las bases fundamentales de la resiliencia humana.
Los desafíos actuales sobre el empoderamiento de la mujer en poblaciones vulnerables, derechos humanos y cultura de paz apuntan hacia incentivar las campañas educativas de empoderamiento de la mujer desde esferas gubernamentales y de sociedad civil, buscar el posicionamiento del tema en la esfera presupuestaria y de políticas pública de los garantes del hemisferio, a la creación de más escuelas de empoderamiento articuladas a la cooperación internacional y al sistema de protección internacional y nacional en derechos humanos, a fortalecer el empoderamiento de la mujer en las etapas de la investigación médico forense en el marco del sistema de justicia penal para evidenciar la violencia doméstica, intrafamiliar y femicidios, a fortalecer el empoderamiento de la mujer frente al uso del sistema de protección penal y de albergue para la mujer víctima de violencia, a crear un sistema estadístico internacional articulado con organizaciones de sociedad civil sobre cantidad de mujeres empoderadas e impactadas positivamente contrastado con mujeres desempoderadas, para medir los avances o no en los niveles de inclusión y de ahí partir a determinar lo que falta por hacer.
Técnicamente el empoderamiento es el instrumento para la inclusión de la mujer en situación de vulnerabilidad y para la apropiación de sus derechos humanos en la búsqueda de la construcción de una cultura de paz.