En Venezuela, a pesar de las encuestas que favorecían a la oposición y a don Edmundo González, Nicolás Maduro fue declarado ganador nuevamente por el Consejo Nacional Electoral. Esta situación muestra cómo, al controlar instituciones clave, se pueden manipular los resultados electorales y mantener el poder, ignorando la voluntad popular y las críticas.
En Honduras, enfrentamos un desafío similar con líderes que se presentan como socialistas democráticos, pero siguen prácticas autoritarias. Es crucial aprender de la experiencia venezolana: quien controla los órganos electorales puede manipular los resultados.
Llamamos a todos los hondureños a unirse en una lucha patriótica por la libertad, la justicia social y la prosperidad económica. Esta es una lección importante: debemos actuar juntos para asegurar un cambio real y proteger nuestra democracia. Ojalá los hondureños entiendan de una vez por todas lo que plantea el Ejército Ciudadano de Paz: solo podremos enfrentar a la izquierda en el poder a través de la fuerza ciudadana que inspire y promueva esperanza de cambio a todos los hondureños, que sea creíble y fuerte, con la capacidad de exigir el cumplimiento de las responsabilidades constitucionales dentro de los principios patrióticos, democráticos y éticos de nuestras instituciones clave. Es fundamental que estas instituciones actúen con integridad; en esta lucha, todos los hondureños, indistintamente de los colores políticos, credo, religión o ideología, tenemos la obligación de unirnos para defender la patria y nuestros derechos ciudadanos sin exclusión de nadie. Los hondureños que amamos la libertad, la paz y la democracia debemos levantarnos como un solo cuerpo para garantizar un futuro mejor para nuestro país, porque Honduras es de todos.