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Expertos temen a que lo ocurrido en Venezuela se replique en Honduras en las próximas elecciones de 2025

Mientras Venezuela cada día se hunde en una crisis política con un Nicolás Maduro que con uñas y dientes se aferra ilegalmente al poder, en Honduras los analistas advierten que el partido Libertad y Refundación (Libre) en el próximo proceso electoral presidencial puede intentar repetir las ilegalidades que se dieron en las elecciones venezolanas del recién pasado domingo 28 de julio.

Una treintena de miembros de Libre viajaron a Venezuela como invitados del régimen, y desde antes del cierre de las votaciones -a través de las redes sociales- comenzaron a dar falsas tendencias a favor de Maduro. Ahora el gigantesco fraude que el dictador no puede encubrir es rechazado por la comunidad internacional que reconoce al opositor Edmundo González Urrutia como el ganador.

Por sus connotaciones este proceso electoral es visto como una alerta para las democracias latinoamericanas, incluyendo el débil sistema de libertades hondureño.

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Para el analista y abogado constitucionalista Juan Carlos Barrientos, lo de Venezuela no es nuevo. Los chavistas tienen 25 años de estar en el poder y siempre han manipulado los procesos electorales.

“El problema es que en Venezuela el chavismo controla el órgano electoral, que cuenta los votos. De nada sirve que vayan millones de millones de personas a votar, si los que cuentan, cuentan a su antojo”, reflexionó.

En Venezuela, prosiguió, no falló el sistema electrónico, pues la trampa vino del Consejo Electoral al contar los votos. Ahora, la perpetuación de Maduro en el poder de forma fraudulenta es un problema que difícilmente los venezolanos lo van a resolver a lo interno.

“¿Cómo puede usted obligar a un dictador a que enseñe las actas verdaderas? ¿Y si a él no le dan las ganas de enseñarlas? Es una dictadura, es una tiranía”, analizó.

A su criterio, las acciones para que el autócrata deje el cargo tienen que ser más drásticas. La comunidad internacional tiene que aislarlo totalmente, cerrarle todas las puertas.

“En Estados Unidos hay gasolineras de Petróleos de Venezuela, SA (Pdvsa) y los gringos le siguen comprando petróleo a Venezuela. Así será difícil, se necesita un aislamiento total”, añadió.

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Para Barrientos, de otra manera al tirano no lo van a sacar del poder. “Ahí salió el secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos), Luis Almagro, diciendo que va a acusar a Maduro en la Corte Penal Internacional. Y la gran pregunta es: ¿y cómo lo van a ir a capturar?”, cuestionó.

Según Barrientos, “si no queremos que Honduras se convierta en una nueva Venezuela y manipulen el proceso electoral de noviembre del 2025, en primer lugar tiene que haber transparencia, observancia internacional sin restricciones, independencia del órgano electoral, tiene que tenerse mucho cuidado con la empresa que se va a contratar para la transmisión de los datos, sobre quienes van a contar los votos y cómo los van hacer, porque aquí es donde los políticos hacen trampa”.

En Honduras el Consejo Nacional Electoral (CNE) está integrado por los partidos Nacional, Liberal y Libre. Tradicionalmente, los electores cuestionan que este organismo no esté conformado por personas honestas y de actuar transparente, sino por activistas con poca integridad.

¿Que pasó en Venezuela?

De acuerdo con el Centro Carter, la reciente elección venezolana no alcanzó los estándares internacionales de integridad electoral en ninguna de sus etapas relevantes y ha infringido numerosos preceptos de la propia legislación nacional.

Se desarrolló en un ambiente de libertades restringidas en detrimento de actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación.

A lo largo del proceso las autoridades del CNE mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición.

En el campo específicamente electoral, la actualización del registro de electores se realizó con numerosos inconvenientes: plazos muy cortos, relativamente escasos lugares de inscripción y una mínima campaña de información y difusión públicas. El problema se agravó en el exterior y eso se tradujo en cifras muy bajas de nuevos votantes.

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El registro de partidos y candidatos tampoco se adecuó a estándares internacionales. En los años recientes, partidos de la oposición sufrieron intervenciones judiciales en desmedro de sus liderazgos para beneficiar a personas afines al gobierno.

Igualmente, la inscripción de la candidatura de las principales fuerzas de oposición se halló sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales que adoptaron decisiones sin respetar principios jurídicos básicos.

La campaña electoral se desarrolló con un notable desequilibrio a favor del gobierno en todos los campos. La candidatura oficialista contó con muy amplios recursos, lo que se tradujo en la gran desproporción de mítines, murales, vallas y afiches a su favor.

Se observó el abuso de recursos públicos, incluyendo el uso de vehículos, la movilización de funcionarios para la campaña y el uso de programas sociales.

Asimismo, tuvo preponderancia en la televisión y la radio, tanto en publicidad, transmisión de eventos y cobertura noticiosa.

Las autoridades intentaron restringir las campañas de la oposición, incluyendo la persecución e intimidación de personas que prestaron servicios o vendieron bienes para el proselitismo opositor para generar un efecto disuasivo, concluyó el Centro Carter.

Excusas del oficialismo

El CNE venezolano se ha escudado en un supuesto hackeo para no proporcionar las actas. Maduro y su fiscalía han acusado a la líder de la oposición, María Corina Machado, y al candidato opositor, Edmundo González, de estar detrás del ataque.

Luis Peche, politólogo internacionalista y consultor, consideró que no es suficiente argumento la denuncia de un sabotaje, pues las autoridades venezolanas se jactan de tener el mejor sistema electoral. “Deben tener un plan B”.

En ese sentido, la oposición gana prestigio al adelantarse al órgano electoral con la difusión de resultados electorales perfectamente cotejables.

“Es una divulgación que parece bastante transparente que viene acompañado de firmas y que viene acompañado de los códigos de cada centro de votación”, declaró Peche.

De la misma manera, el analista y consultor venezolano Luis Toty Medina explicó que en su país la gente vota a través de máquinas y “una vez que el proceso se cierra, el presidente de la mesa pulsa un botón y se imprime un acta de totalización que dice cuántos votos se sufragaron a favor de cada candidato”.

Después, ese resultado es contrastado por los miembros de la mesa electoral y los testigos con las boletas en las urnas. Luego, el presidente de la mesa pulsa un botón de la máquina y el resultado se transmite al centro de totalización.

El problema se presentó “cuando íbamos por cerca del 30% de las actas transmitidas, y en ellas la victoria de Edmundo González Urrutia estaba en entre el 68 y el 69%, y la votación de Maduro entre el 30 y el 34%, fue detenido el proceso de transmisión y por cerca de dos horas y media el gobierno no dio razones acerca de esa detención, de esa paralización del proceso de transmisión”, explicó el experto.

Recordó que el rector del CNE, Elvis Amoroso, divulgó datos con “evidente inconsistencia numérica entre sus resultados”, además a partir “de un boletín que no salió de la sala 1 de totalización donde estaban los testigos electorales de las distintas candidaturas que participaron”.

“Si el CNE proclamó a Maduro ganador ahora debe presentar en su sitio web los resultados de cada estado, de cada municipio, de cada parroquia, de cada centro de votación y de cada mesa electoral”, apuntó.

Temor a una imitación

Entre tanto, Arístides Mejía, conocedor del funcionamiento del sistema electoral hondureño comentó que, “lo que da sospecha y lo que no gusta y lo que nos hace, creo, dudar es por qué Libre, que se reclama en sus estatutos ser un partido democrático, como deben de serlos todos conforme a la Constitución, se va y se solidariza con un partido antidemocrático y autoritario” de Venezuela.

“Corre a apoyar un proceso electoral totalmente cuestionado junto a países autocráticos como Rusia, como China, como Nicaragua y como Cuba”, objetó.

Por su parte, Julio Navarro, miembro CNE hondureño, aseguró que las elecciones de 2025 serán transparentes y no se asemejarán a las de Venezuela, pese a que diversos políticos aseguran que buscarán replicarlas.

Aseguró que no se ha contratado ninguna empresa de cara a los comicios del próximo año porque no se les ha aprobado el presupuesto.

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