La comunidad isleña de Roatán, ansiosa por la inauguración del nuevo hospital público prometido por el Gobierno de la República de Honduras, luego de que el antiguo hospital fuera destruido por un incendio en el mes de abril, se ha enfrentado nuevamente a la decepción. Este 2 de agosto, fecha anunciada para el inicio de la reanudación de la construcción del hospital, no trajo consigo el esperado progreso.
La obra, que se encuentra actualmente al 60-70% de su culminación, ha sido objeto de múltiples retrasos desde su inicio. En un primer momento, se prometió que la construcción continuaría el 15 de mayo. Posteriormente, las fechas se desplazaron al 28 de mayo, 5 de junio y, finalmente, a julio. Hoy, la situación no ha cambiado: la construcción sigue paralizada y no se ha observado ningún tipo de maquinaria ni de trabajadores en el sitio.
La única novedad visible ha sido la remoción de una valla publicitaria que anunciaba la promesa de la presidenta Xiomara Castro y su lema «Xiomara Sí Cumple». La ausencia de avances concretos ha generado frustración entre los isleños, quienes, a pesar de recibir cerca de 30 mil turistas diarios, continúan sin un hospital digno.
La situación es particularmente preocupante dado que el hospital necesita aproximadamente un 30-35% de remodelación y culminación. La empresa española encargada de la finalización del proyecto aún no ha comenzado su labor, y la inversión realizada hasta ahora ha provenido en gran parte de donaciones privadas y fondos municipales. La alcaldía municipal ha contribuido financieramente, pero el gobierno central ha sido criticado por su inacción.
El titular de la Secretaría de Infraestructura y Transporte, Octavio Pineda, había prometido que el nuevo hospital en Roatán estaría operativo para la segunda semana de septiembre. Sin embargo, hasta el momento, no se ha registrado ningún avance significativo en el proyecto.
La construcción del hospital ha sido una de las principales promesas de la administración actual, pero el incumplimiento reiterado ha llevado a un creciente escepticismo entre los habitantes de Roatán.
La estructura del hospital, por dentro, solo muestra divisiones de paredes y algunas instalaciones básicas. No hay cableado eléctrico ni tomacorrientes, y la obra está lejos de estar lista para su uso, detalló un periodista para un reporte en HCH. La comunidad local se encuentra en una situación crítica, ya que dependen de hospitales en otras ciudades que también están colapsados.
Los isleños continúan esperando respuestas claras y soluciones efectivas, mientras que las promesas del gobierno siguen sin concretarse. La falta de avances concretos y la ausencia de información actualizada agravan la situación y mantienen a la comunidad en la incertidumbre sobre el futuro de su infraestructura sanitaria.