Este martes amaneció paralizado el servicio de taxis colectivos en la ruta El Bosque-Centro, en Tegucigalpa, debido a una nueva ola de extorsiones que continúa asolando la capital hondureña.
Transportistas del sector decidieron detener sus operaciones como medida de protesta y, sobre todo, como un mecanismo de protección ante las crecientes amenazas por parte de grupos delictivos. Los conductores han manifestado que las exigencias económicas de los extorsionadores han alcanzado niveles insostenibles, poniendo en riesgo no solo sus ingresos, sino también sus vidas.
La semana pasada, las autoridades llevaron a cabo operativos en diversas zonas de Tegucigalpa, con la intención de frenar la actividad criminal que afecta al sector transporte y otros negocios. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, los delincuentes han retomado sus actividades con renovada agresividad, sembrando temor entre los transportistas y sus familias.
Los usuarios de esta ruta, que conecta una de las áreas residenciales con el centro de la ciudad, se han visto gravemente afectados por la suspensión del servicio. Muchos han tenido que buscar alternativas de transporte, lo que ha generado caos y retrasos en la movilidad cotidiana.
El gremio de transportistas ha hecho un llamado urgente a las autoridades para que se refuercen las medidas de seguridad y se brinde protección efectiva a los trabajadores del transporte público. Mientras tanto, la incertidumbre y el miedo continúan dominando el ambiente en la capital.