La mandataria destacó la importancia de este vínculo bilateral durante la ceremonia en Santo Domingo, vestida con un elegante traje blanco para la ocasión. “En momentos difíciles, el pueblo dominicano nos brindó mucho amor”, recordó la presidenta Castro.
Acompañada por su hijo y secretario privado, Héctor Zelaya, y el canciller Eduardo Enrique Reina, la presidenta hondureña subrayó la relevancia de su presencia en el acto, que fortalece las relaciones entre ambos países. “La República Dominicana es mi segunda patria”, afirmó Castro, haciendo hincapié en el cariño con que siempre es recibida en el país caribeño.
Durante sus breves declaraciones a la prensa, la presidenta Castro resaltó que su asistencia a la investidura de Abinader no solo reafirma los lazos entre las dos naciones, sino que también celebra la democracia y el futuro esperanzador del pueblo dominicano. Su participación fue vista como un símbolo de apoyo mutuo en tiempos de cambio y desafío para América Latina.
La presidenta hondureña también expresó su deseo de enfrentar de manera conjunta los retos que afectan a la región, y la necesidad de una mayor unidad entre los países latinoamericanos.
Aunque no tuvo la oportunidad de reunirse con Abinader durante esta visita, Castro expresó su confianza en que la relación entre Honduras y República Dominicana seguirá siendo cercana y productiva.
La mandataria, en sus declaraciones, recordó con gratitud los momentos difíciles en los que el pueblo dominicano la acogió con afecto y solidaridad, lo que refuerza su vínculo emocional con el país. C
Castro aseguró que, aunque su estancia en Santo Domingo fue corta, espera poder regresar pronto para continuar fortaleciendo estas relaciones.
Finalmente, Castro reiteró que su presencia en la ceremonia de investidura fue una expresión de la amistad y hermandad entre las dos naciones, un gesto que ella considera fundamental para el bienestar y progreso mutuo en la región.