Apuntes: Bueno, si es Carlón, es un “error”, si son otros, narcodictadura
JEFF. Que mejor se cuente una de vaqueros, le pide Jeff Ernst a Adán Fúnez, por su casaca de que se reunió con “Los Cachiros” porque creía que eran “empresarios”. Cómo no, chon…
ERROR. Bueno, si es “Carlón”, es un “error”, si son otros, narcodictadura, delincuentes, corruptos, come cuando hay, saltatapias, robagallinas…
JUEGO. Que dejen de inventar con eso de pedirle la renuncia a Xiomara, pide Anduray, que eso es caer en su juego del tal golpe.
DIGITAL. A cualquiera con tres dedos de frente no se la haría buena esa insistencia del mentado Redondo con la tal acta digital y pondría las bardas en remojo.
LEY. Primero intentó meter el acta digital en el artículo 4 de la Ley de Compras del CNE, luego la zampó en el artículo 3 de la Ley del Presupuesto para las primarias, y ahora en el 278 de la Ley Electoral. ¿Arma para el fraude estilo Venezuela o “bisnes” de alguien?
FIRME. La bancada liberal se mantiene firme y solo el Ernesto y la Kritza se dieron vuelta por enésima vez. Gallina que come huevos…
CORO. “Adelante, adelante… la mitad es para el comandante”, corearon todos en la bancada cachureca -menos uno- y luego pidieron “un minuto de silencio para Libre que está muerto”… Jueeeee…
JUICIOS. Hombre, ojalá y los actuales inquilinos de los recintos de la diosa Temis se vean en el espejo de esos tres magistrados de la Corte anterior, a quienes les acaba de caer la Fiscalía por traficantes de juicios.
ABUSO. Los ilustres -en un claro abuso de poder- ordenaron devolver a la Sala de lo Civil un juicio que ya había sido conocido por el pleno de la Corte, luego que la salita no había alcanzado consenso. Los “salvados” fueron unos bancos, que se libraron de una demanda de casi 160 millones.
GUERRA. La bulla es que en la actual Corte hay hasta una “guerra” entre unos personajes -esposos de altas funcionarias judiciales- que compiten con la venta de juicios al mejor postor, en las diferentes salas. Y me aparto, y me agacho, y me voy para el Picacho.
VIEJITO. Bien estaba el viejito con su familia, tranquilo y sereno, ya en el retiro, pero viene María Corina, confiada por enésima vez en la bendita comunidad internacional, y lo engancha.
CIERRA. Otro capítulo que se cierra en Venezuela y la narcodictadura se termina de consolidar -con la complicidad de Estados Unidos y de la izquierda corrupta- como pasó con Guaidó, Capriles, Leopoldo López, en fin… Y colorín colorado…