La CSJ ha declarado la inconstitucionalidad de las ZEDES, resolviendo un recurso presentado por la UNAH en relación a un tema de la educación superior. Que la Corte pueda declarar la inconstitucionalidad de preceptos constitucionales, es algo muy delicado e improcedente, desde todo punto de vista.
He visto, dizque juristas constitucionalistas, -entre ellos un abogado feo de origen nicaragüense, diputado que se hace pasar por catedrático universitario y por hondureño- diciendo toda suerte de adefesios jurídicos, para justificar un bodrio jurídico. Lo que podemos concluir es que en Honduras los abogados están en peligro de extinción, aquí cualquier perico de los palotes, que apenas puede balbucear y repetir un par de artículos de la constitución, se hace pasar por abogado constitucionalista ante los medios de comunicación.
Que la derogación de las ZEDES pueda ser popular es una cosa, y que eso se haya hecho por medios y procedimientos arbitrarios es otra. Hacer cosas malas que parecen buenas, solo abre la puerta a la arbitrariedad, ilegalidad y abusos y pérdida de legalidad. Eso solo me recuerda a los mareros que empiezan ofreciendo protección en los barrios y después terminan cometiendo toda suerte de crímenes.
No sé puede abrir la puerta a arbitrariedades aunque esas acciones supuestamente tengan la aceptación mayoritaria. Abrir esa puerta dónde ocho magistrados puedan derogar la constitución es un precedente funesto, peligroso, la constitución tiene sus propias salvaguardas, para regular situaciones de carácter sumamente importante en cuanto a la organización y funcionamiento de un Estado. En derecho hay un principio tan simple –para que un acto jurídico sea válido, debe hacerse a través de los procedimientos establecidos- ese procedimiento de inconstitucionalidad por mucho que se diga que resguarda el orden constitucional, no es correcto, no es procedente y no se justifica. No se puede combatir un crimen con otro crimen, no se puede salvar un entuerto con otro entuerto y no se puede intentar limpiar la mierda con más mierda. Lo que ayer fue malo hoy sigue siendo malo, no se puede seguir los pasos de la arbitrariedad y el abuso de la Ley.