El Congreso Nacional de la República aprobó antenoche una reforma a la ley de transporte mediante la cual le prohíbe a los transportistas realizar paros de labores mediante la modalidad de la suspensión de servicios a los usuarios, una medida que viene a violentar el derecho a la protesta de los diferentes sectores de la hondureñidad, como lo garantiza la Constitución de la República.
La dirigencia del transporte urbano, al parecer. Ha aceptado resignada la reforma aprobada por el Congreso Nacional, bajo la amenaza de que, si no agachaban la cabeza, ya no tendrían derecho al bono compensatorio que otorga el gobierno.
Vale aclarar que el bono que se otorga a los transportistas es en pago al ajuste de la tarifa del transporte, estimada en tres lempiras, con lo que el Gobierno compensa el incremento a los combustibles y a los diferentes insumos que implica el transporte público, a cambio de que los concesionarios no ajustaran la tarifa hacia arriba.