“Prohibido olvidar que somos resistencia” vocifera la presidente Castro con exacerbado orgullo. Resistencia de qué, cuando su Partido político sólo es una continuación del accionar de los partidos tradicionales con su carga de corrupción e impunidad. Resistencia verdadera son aquellos movimientos que han luchado por la liberación de su patria, como la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial: estos de Libre sólo llegan a montonera plagada de vandalismo.
Prohibido olvidar que antes de la Sucesión Constitucional o Golpe de Estado, como lo llaman en su lloreta interminable, Manuel Zelaya ya había perdido la presidencia por su cadena de delitos, entre los que se cuenta Traición a la Patria. En ese entonces ya había hecho desaparecer cientos de millones de lempiras de la deuda de la Condonación de la Pobreza; en los últimos seis meses de su gobierno desapareció cinco mil millones del Presupuesto General; que días previos a su salida del gobierno saquearon todas las instituciones del Estado y no dejaron ni un lempira en la Tesorería General de la República, etc., etc.
Sí, Presidente Castro, es prohibido olvidar que usted hizo muchas promesas de campaña que nunca cumplió. Prometió que iba a vender el avión presidencial y lo siguen usando, sobre todo en actividades personales de su familia; prometió que iba a vender todos los carros de lujo y no lo hizo, al contrario, ha comprado más y también alquilado camionetas blindadas.
Usted prometió que traería la CICIH en 90 días, para luchar en contra de la corrupción, pero nunca ha llegado. Es obvio que no hay voluntad política para traer una Comisión que fiscalice la corrupción imperante. Usted prometió luchar contra la corrupción, pero lo único cierto es que instauró un nepotismo terrible, como pocas veces se ha visto en el país. Tiene trabajando a todos los familiares, amigos, conocidos, incluyendo al firulais de la casa, de toda su familia y las familias de todos sus ministros, funcionarios, etc.
Usted prometió que iba a luchar contra el narcotráfico y el crimen organizado y no lo ha hecho; más aún, su familia se ha visto involucrada en tratos con reconocidos narcotraficantes, según lo evidencia el narco video, razón por la que denunció el Tratado de Extradición para evitar que miembros de su clan familiar sean extraditados.
Usted prometió que le iba a dar una vida mejor a los pobres de Honduras y no lo ha cumplido. Por lo que sus promesas de campaña, fueron sólo eso, promesas con las cuales engañó a este pueblo pobre que merece una mejor calidad de vida.
Lo que sí es “Prohibido olvidar” para el pueblo hondureño, es que usted inauguró su gobierno irrespetando la independencia de los Poderes del Estado y legisló el Pacto de Impunidad, con el cual sacó a delincuentes de las cárceles y perdonó delitos de corrupción y no sólo políticos.
“Prohibido olvidar” que usted se ha dedicado a derrochar el presupuesto nacional, con abusos de todo tipo (recordemos los millones que gastó en la marcha política del 14 y 15 de septiembre) y no ha desarrollado obras de impacto social. Mientras tanto, los hospitales y centros de salud están desabastecidos; no se les paga el salario a médicos y enfermeras; y los pobres, desamparados, van a morirse a los hospitales públicos porque no hay ni una pastilla para el dolor.
“Prohibido olvidar” que nunca le interesó luchar contra el narcotráfico, el crimen organizado y el accionar de las maras; por eso la extorsión tiene en bancarrota a transportistas, empresarios, pulperías, etc.
“Prohibido olvidar” que por defender su agenda política izquierdista se ha dedicado a satanizar a los empresarios, razón por la cual se han cerrado fábricas y perdido miles de empleos. Por ello cada vez más compatriotas se van del país, huyendo del hambre y la miseria. “Prohibido olvidar” que por su fracasada política económica, la canasta básica está carísima.
“Prohibido olvidar” que en todo momento ha defendido a sus aliados de izquierda (dictadores y violentadores de los derechos humanos) en foros internacionales, y no ha defendido los sagrados intereses de la patria.
Por todo esto, prohibido olvidar: ¡LIBRE NUNCA MÁS!
