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Gobernanza que construye desconfianza y repudio

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

La incesante carrera manipuladora que ejerce el Partido Libre a través del gobierno refundacional y los poderes legislativo y judicial, es percibida por la ciudadanía democrática en general con repudio hostil, porque este partido, induce directamente en la construcción de procesos institucionales que generan desconfianza y no certidumbre, credulidad o estabilidad político social. La gobernanza autoritaria refundacional socialista, es apresurada, emocional, tenaz y con una voluntad ideológico partidarista centrada en un fin último: instaurar el Estado socialista a como dé lugar.

La estrategia política socialista refundacional que se impulsa en Honduras, apunta a la imposición de condiciones institucionales que les permitan consolidarse en el poder, mediante la ejecución de una ofensiva política que subyuga la racionalidad jurídica institucional a lo político partidarista.

Y se ejecutan acciones irreverentes o alianzas económicas oscuras con líderes de la cúpula del Partido Liberal, supuestamente contrarios al enfoque marxista, para lograr que se obvien las normas vigentes que imperan en el Estado de derecho. Para los socialistas, es óptimo y necesario anular todo estorbo jurídico e institucional que les obstaculice la transición hacia el control absoluto del poder de Estado. Esto es lo que ha quedado demostrado con lo ocurrido en la Corte Suprema de Justicia en el caso del “Pacto de Impunidad”, al declararse sin lugar los recursos contra este decreto (SWI swissinfo.ch, 09 octubre2024).

La mayoría de magistrados de la actual Corte Suprema de Justicia, cumplieron con el mandato refundacional, al permitir un proyecto de amnistía general que beneficia a miembros del partido libre, mismos que habían cometido corrupción y que ahora cumplen funciones claves en el sistema de dominación que tienen instaurado en el país. Ahora, no solo observamos una Corte Suprema de Justicia subordinada a las maniobras del Partido Libre, pero también vemos a una Junta Directiva del Congreso Nacional igualmente oprimida por la autoridad que ejerce dicho partido.

Es correcto lo que plantean los opositores democráticos honestos, hoy por hoy, sobrevivimos en un contexto gubernativo institucional irregular con una Corte de Justicia nombrada ilegalmente y un Congreso Nacional dirigido por una Junta Directiva ilegal, que evidencian la existencia de un estado de gobernanza en que lo político partidarista, ha anulado la racionalidad jurídica de todo el engranaje del desarrollo del poder de Estado.

En otras palabras, el Estado de Honduras, está siendo instrumentalizado por una cúpula de políticos marxistas, de dudosa moral y ética profesional, que han perdido credibilidad ante la ciudadanía en general. No existe coherencia entre lo que dicen los políticos refundacionales del diente al labio y lo que construyen con sus acciones.

En vez de enfrentar la crisis económica y social que tenemos, sus propósitos políticos nos hunden cada día mas en la incertidumbre, la desesperanza y la pobreza. Bajo condiciones en que la desigualdad social, se ensancha y la riqueza se concentra descaradamente en funcionarios públicos que acumulan riqueza, sin ganarla a través de emprendimientos empresariales.  Han dañado la identidad nacional y, en su lugar, quieren desarrollar una identidad socialista dependiente de un Estado controlado por un Partido Político.

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