El instinto maternal se hizo presente en la UMEP-16 de Siguatepeque, cuando la agente Jennifer Audely Hernández, en un acto de entrega y empatía, amamantó y cuidó por 24 horas a un bebé de un mes y medio, quien fue abandonado por su madre y llevado a las instalaciones policiales en situación de vulnerabilidad.
El menor fue reportado en la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) por una ciudadana de 26 años, quien informó que la madre del bebé, una joven de 22 años con problemas de alcoholismo y originaria de Meámbar, lo había dejado bajo su cuidado con la excusa de ir a comprar leche, sin volver a buscarlo.
Ante la situación crítica del bebé, que llevaba varias horas sin alimentarse, la agente Hernández, madre lactante, tomó la iniciativa de amamantarlo, ofreciéndole no solo alimento sino también afecto en un momento de gran necesidad. Además, sus compañeras de la UMEP-16 se movilizaron para comprarle ropa, pañales, cremas y hasta algunos juguetes, demostrando el compromiso y la vocación de servicio de las funcionarias policiales.
Después de 24 horas bajo el cuidado de la Policía, el menor fue entregado a su tía materna de 31 años, quien acudió a la unidad y se comprometió a hacerse cargo de él.
La Policía Nacional reafirma su compromiso con la protección de la niñez hondureña, no solo a través del cumplimiento de la ley, sino también con actos de humanidad que reflejan la vocación de servicio de quienes integran la institución.
«Servir y proteger va más allá de las responsabilidades operativas; es también un compromiso del corazón», expresó un portavoz de la UMEP-16.
Este gesto conmovedor de la agente Hernández resalta la esencia de las mujeres policías, que con amor y dedicación protegen no solo a la sociedad, sino también a los más vulnerables.