Honduras extraditó es miércoles a Javier Marín Gonzales a Estados Unidos, donde es requerido por su presunta participación en el tráfico de drogas sintéticas. El acusado fue trasladado desde la Penitenciaría Nacional de Támara hasta la base aérea Enrique Soto Cano, en Comayagua, bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
Imágenes difundidas por medios de comunicación mostraron el momento en que Marín Gonzales, escoltado por agentes de la Policía, era transportado en una unidad conocida como “Black Mamba”, acompañado por otros vehículos de seguridad que formaban parte del operativo.
Vestido con una camisa blanca, Marín Gonzales fue llevado a la base aérea, donde, tras completar los trámites migratorios, fue entregado a las autoridades estadounidenses para su traslado a territorio norteamericano.
“El hondureño Javier Marín Gonzales fue entregado a autoridades estadounidenses tras ser solicitado en extradición por estar vinculado a una red dedicada al tráfico de drogas sintéticas en el Estado de California”, confirmó la Policía Nacional.
Con esta extradición, Marín Gonzales se convierte en el ciudadano número 56 en ser entregado por Honduras desde 2014, de los cuales 54 han sido enviados a Estados Unidos y dos a Costa Rica, en el marco de acciones contra el crimen organizado.
La solicitud de extradición fue realizada por una Corte del Distrito Norte de California, que acusa a Marín Gonzales de estar involucrado en una operación de tráfico de fentanilo, junto con otros seis hondureños que ya han sido extraditados a dicho estado.
El hondureño fue capturado en la aldea San Miguel de Barroza, en el municipio de San Ignacio, departamento de Francisco Morazán, en una operación llevada a cabo por las fuerzas de seguridad hondureñas.
La Corte del Distrito Norte de California le imputa tres cargos, el primero por distribución de 40 gramos o más de una sustancia que contiene fentanilo, una droga altamente peligrosa.
El segundo cargo está relacionado con la distribución de 40 gramos o más de propanamida, una sustancia controlada. Mientras que la tercera acusación se refiere a la distribución de 40 gramos o más de piperidinil.
El pasado 7 de septiembre, un juez ordenó que Marín Gonzales fuera recluido en la Penitenciaría Nacional de Támara, en Francisco Morazán, hasta que se completaran los trámites de su extradición.