Los ciudadanos y ciudadanas democráticos en Santa Rosa de Copan realizaron una caminata el sábado 26 de octubre de 2024, a menos de trecientos noventa días de las elecciones generales, para demostrar su indignación ante una gobernanza socialista que manipula la justicia e impone la falsa justicia. En sus mensajes, dejaron claro que la justicia verdadera, es el fundamento sobre el cual tenemos que construir una sociedad justa y equitativa. Los copanecos exigieron una justicia que vaya más allá de la mera aplicación de la ley y demuestre un compromiso inquebrantable con la verdad, la equidad y el respeto por la dignidad de cada individuo.
Según los ciudadanos democráticos copanecos, los hondureños estamos enfrentando un clima político de injusticias porque el gobierno refundacional socialista, impone un sistema de dominación gubernativa, que oprime la voz de los oprimidos y evita que la justicia verdadera, coexista en condiciones simétricas, es decir, en una relación con el pueblo en que los políticos del bando gubernativo dominante, dejen de oprimir al bando democrático opositor. Dejaron claro que los hondureños, debemos asegurarnos que la voz de los oprimidos, se escuche y que la justicia no coexista con la opresión, el odio y la desigualdad. Asimismo, advirtieron que tenemos que luchar, no solo por nuestros derechos, sino por los derechos de aquellos que no tienen voz. Instaron a que la ciudadanía en general, se convierta en defensores de la justicia verdadera. Oponiéndose ante los procesos que instaura el gobierno con el fin de manipular a los fiscales y al ministerio público en general. En otras palabras, los que somos demócratas que nos oponemos al régimen marxista que gobierna en Honduras, no podemos permitir que la manipulación de la justicia, prevalezca ante el sufrimiento humano. La justicia es un viaje y, cada uno de nosotros, tiene un papel que desempeñar en la construcción de una Honduras más justa.
Es fundamental para los hondureños transitar a una sociedad respetuosa en la que los derechos ciudadanos prevalezcan. Cada hondureño y hondureña, merecen una justicia que se aplique sin trampas políticas. Actualmente, se observan procesos judiciales que amenazan los derechos de las mujeres, los niños, las minorías étnicas y a las personas desfavorecidas que a diario enfrentan desafíos inimaginables que amenazan su existencia y su respetabilidad. Necesitamos una ciudadanía activa que cuide los derechos de nuestras familias porque son el fundamento de nuestra sociedad. Hay que oponerse a modelos ideológicos basados en la aplicación negativa de la gobernanza, en la que sus actuaciones, violan las normas legales porque alegan que no contradicen las leyes existentes.
Todo ciudadano y ciudadana tienen el poder de hacer la diferencia, educando a otros sobre sus derechos y la defensa de la democracia y la justicia. La ciudadanía democrática activa debe participar en la defensa de la sociedad democrática, independiente de influencias extranjeras marxistas radicales y rechazar la manipulación de la justicia, oponiéndonos a todo tipo de corrupción y control político mañoso de los poderes del estado. Hay que defender nuestras raíces, nuestra cultura de honra y respeto y promover las oportunidades para lograr desarrollar el proceso económico, social, político y cultural que honre a Dios y a nuestra patria honduras.
