El diccionario define nepotismo como: “Utilización de un cargo para designar a familiares o amigos en determinados empleos o concederles otros tipos de favores, al margen del principio de mérito y capacidad”. De una forma cínica y descarada el familión (no nos referimos sólo a la familia presidencial, sino a todos los funcionarios de este desastroso gobierno) ha enchambado a todos sus familiares, amigos y amantes en puestos de relevancia en toda la administración pública, con salarios altísimos que son una burla para los pobres.
Para empezar, toda la familia presidencial está nombrada en puestos clave, hijos, yernos, sobrinos, amigos, etc., con excepción de un sobrino de Manuel Zelaya que renunció por imputaciones de narcotráfico a su padre. Una hermana de la presidente está denunciada por supuestamente haber drenado millones en planillas del IHSS. Solo recordemos cómo satanizaban al gobierno anterior porque una hermana del presidente tenía un cargo de ministra. ¿Qué dirán ahora cuando los familiares a los que han enchambado se cuentan por docenas?
No hay funcionario que no tenga enchambada y con salarios exorbitantes a sus familiares. Como ejemplo, mencionaremos a la mujer con más poder en el gobierno, Ramona Moncada, quien ha ostentado cargos clave defendiendo los intereses de la familia Zelaya-Castro, aunque sin experiencia laboral y académica. Y que actualmente es la Ministra de Defensa y precandidata presidencial oficialista. Es la primera vez en nuestra historia que se da esta situación, a todas luces antiética. No puede ser juez y parte ya que las Fuerzas Armadas, que están bajo su cargo, acarrean todo el material electoral, lo que abre las puertas a un mega fraude.
Pero no es de extrañarnos, desde su lanzamiento el gobierno ha financiado su campaña. El Canal 8 transmite en exclusiva los pormenores de su accionar político; y la presidente Castro la apoya abiertamente, a tal grado que han purgado a posibles contendientes dentro de su partido.
Pero, volviendo al nepotismo de Ramona, tiene enchambados más de 10 familiares cobrando jugosos sueldos, algunos señalados por actos de corrupción. Para empezar su hermana, Claudia Moncada, es inspectora General del Instituto de la Propiedad. Su hermano, Mario Moncada, es el Comisionado Nacional de la Condepor, quien ha sido denunciado por la supuesta sobrevaloración en el cambio de césped del Estadio Nacional y otras obras millonarias a su cargo. Otro hermano, Marlon Mauricio Moncada, es Jefe de Contratación en la Secretaría de Infraestructura y Transporte. Su hermana, Nora Moncada Godoy, es la cónsul en Dallas, Estados Unidos. Su hermano, Oscar Moncada Godoy, es el Subgerente de Regionales de Condepor.
La hija, Marcela Arias, es la embajadora ante la ONU en Ginebra. Su hijo, Ramón Ernesto Arias Moncada, es funcionario en el BCIE. Una sobrina, Sally Aguilar Moncada, es funcionaria en la Secretaría de Transparencia. Otra sobrina, Laura Elena Moncada Arguijo, labora en el Tribunal Superior de Cuentas. Su cuñada. Lilia Cálix Orellana, es Directora de Protocolo en la Cancillería; y su hermano, Mario Cálix Orellana labora como Jefe de Trasportes, etc.
Al nepotismo exagerado se suma la ineficiente administración gubernamental, con la ejecución más baja del presupuesto nacional, incluso lo incrementaron. La pregunta obligada es, ¿dónde están los miles de millones no ejecutados de los años previos y de este que está por concluir? Ya todos sabemos la respuesta… Por eso el país está casi en abandono, el sistema de salud colapsado, no hay empleo, la extorsión y la delincuencia se han incrementado, etc., etc.
Por si lo anterior fuera poco, no han cumplido las promesas de campaña. No vendieron el avión presidencial, no vendieron los carros de lujo, más bien adquirieron más; no ha venido la CICIH ni vendrá. No están interesados en que venga un organismo internacional a puyarles las costillas por corrupción. El narcovideo es injustificable y Carlos Zelaya ha huido del país a vista y paciencia del Fiscal General.
El desprecio de este gobierno hacia los pobres es terrible. La clase de funcionarios que tiene deja mucho que desear, como la Ministra de Salud, quien ante los señalamientos por su ineptitud al no haber algodón en el Hospital Escuela, tildó como “pencos”, “malnacidos” e “imbéciles” a los que denunciaban la carestía.
¡LIBRE NUNCA MÁS!