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Populismo refundacional socialista hondureño

Por: Marcio Sierra

Los socialistas refundacionales hondureños han caído en un populismo falaz fingiendo que promueven un régimen democrático. Sostienen que están con el pueblo y que luchan en contra de las elites políticas y económicas que han sido las responsables de haber robado y mancillado la soberanía popular, haber reducido el bienestar social y alterado su identidad. Empero, en la realidad implantan una ideología antipopular porque defienden los intereses particulares de familias adineradas, cuya acumulación de capitales, tienen su origen en un sistema nepotista corrupto, porque aprovechan las arcas del erario público para enriquecerse. Han instaurado un régimen gubernativo que actúa con doble moral y, en consecuencia, siguen con el mismo patrón de dominación corrupta de regímenes pasados, dizques democráticos igualmente. Al día de hoy, el pueblo está más empobrecido, pero resistiendo una retórica que hace referencia continua al pueblo.

El populismo refundacional socialista que aplica el Partido Libre, si bien tiene un enfoque político que apela al pueblo como una unidad homogénea para movilizarlos y proponerles medidas de justicia social, en la práctica gubernativa, privilegian a una elite de familias corruptas o explotadoras. Los funcionarios públicos y los lideres ideológicos del Partido Libre, se han confabulado para proteger los intereses de esas familias privilegiadas que se conectan con los ciudadanos, defendiendo la ideología izquierdista que impulsan. Los miembros de estas familias refundacionales, critican con actitudes peyorativas a los políticos opositores, intimidándoles con modalidades de persecución política y acusándoles de ser los responsables de la polarización de vive la sociedad hondureña en la actualidad.

El Partido Libre surgió de una alianza de gremios sindicales, confederaciones de agricultores, grupos de mujeres, asociaciones de mujeres a favor de la política de genero y otras organizaciones populares. Los marxistas aprovecharon la defenestración del expresidente liberal Manuel Zelaya (2009) para impulsar un enfoque político partidario anti neoliberal, conjuntando a tales instancias organizativas y agregándole elementos populistas, utilizados para esconder el verdadero enfoque marxista que yace intrínsecamente en los ideólogos del actual gobierno. Es decir, los refundacionales del Partido Libre, están desarrollando un populismo “sui generis” cuya función solapada, es promover un accionar político popular identificado con el fin de eliminar el sistema administrativo excluyente neoliberal y “construir ordenes alternativos” (Ernesto Laclau (2005). En otras palabras, en Honduras tenemos una especie de populismo refundacional socialista que, articula el discurso ideológico anti institucional populista, a la idea de construir un enemigo y una lógica partidarista que lleve a la ruptura del sistema neoliberal. Y, es en este sentido, que utilizan a la presidente y al coordinador del Partido Libre, para proyectar sus promesas y aspiraciones con dosis populistas en el discurso. De tal suerte, que promueva la lucha contra enemigos que deben ser contenidos. Por ejemplo, los nacionalistas y los liberales. Actualmente, estamos enfrentando lo que Gramsci denominó “equilibrio catastrófico”, porque enfrentamos situaciones excepcionales en las que los grupos empresariales (burgueses) han perdido hegemonía y son amenazados con ser reemplazados por funcionarios estatales.  De ahí que el clientelismo político toma auge debido al populismo que se promueve.

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