Honduras encabeza la lista de países con mayor número de ciudadanos indocumentados con órdenes finales de deportación en Estados Unidos, según datos recientes que revelan un total de 261,651 personas (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, CBP). Detrás se encuentran Guatemala con 253,413, México con 252,044, El Salvador con 203,820 y Nicaragua con 45,000 casos.
El doctor en economía Roberto Lagos, al referirse a estas cifras, las calificó como “realmente escalofriantes” y subrayó el gran desafío que esto representa para Honduras. Según el economista, el Gobierno deberá prepararse para recibir a miles de deportados que podrían ser retornados próximamente.
Lagos señaló que es necesario establecer un diálogo efectivo con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y el gobierno estadounidense. “Es fundamental que el Gobierno trabaje en estrategias claras, teniendo una comunicación directa con la misión del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y el gobierno de Estados Unidos para coordinar los procedimientos a seguir. Sin embargo, esto requiere una visión integral que aborde las condiciones económicas del país”, expresó.
El economista destacó que Honduras enfrenta serias limitaciones para reincorporar a los deportados, debido a la falta de empleo y oportunidades económicas. Estas mismas razones, aseguró, son las que impulsan a miles de hondureños a migrar en busca de mejores condiciones de vida.
“¿Cómo podemos hablar de reincorporar a nuestros ciudadanos si no hay condiciones económicas suficientes? El país no está preparado para recibirlos adecuadamente, y esto obliga al gobierno a desarrollar estrategias conjuntas que garanticen una reintegración efectiva”, expuso.
Según el experto, la situación podría agravarse con un cambio de gobierno en Estados Unidos que adopte políticas más restrictivas en materia de migración. Este escenario, advirtió, incrementaría los desafíos para Honduras en el manejo de una posible ola masiva de deportaciones.
En cuanto a los motivos detrás de la migración, Lagos explicó que el costo de vida y la falta de empleo han desplazado a la inseguridad como principales razones para abandonar el país. Si bien antes la inseguridad era el principal motivo, actualmente el costo de vida y falta de empleo ocupan el primer lugar en la migración, desglosó.
El economista también hizo hincapié en que la problemática actual no se debe únicamente a las políticas de la administración en curso, sino a un acumulado de 15 años de medidas ineficaces. “Este no es un problema exclusivo de esta administración, sino el resultado de 15 años de políticas fallidas en generación de empleo y creación de oportunidades. Los hondureños migran porque las condiciones en el país no les permiten un desarrollo digno”, finalizó.
Con estas cifras y advertencias, expertos subrayan la urgencia de que Honduras aborde el fenómeno migratorio de manera estructural y sostenible, evitando que la migración siga siendo la única opción para miles de ciudadanos.