Tegucigalpa-El diputado Jari Dixon, arremetió contra sus compañeros en el Congreso Nacional, acusándolos de adoptar posiciones radicales en el debate para aprobar el Presupuesto General de la República. Según Dixon, estas actitudes responden a intereses personales y no al bienestar del pueblo hondureño.
Dixon afirmó que, si el Congreso funcionara bajo el mismo esquema de corrupción que, según él, prevaleció durante administraciones pasadas, la aprobación del presupuesto ya habría sido resultado. “Si fuera el gobierno o el Congreso de narcotraficantes que había antes, ya hubiéramos resuelto esto porque entregaban maletines de dinero a diputados de diferentes bancadas. Entonces, no había ningún problema con el presupuesto, se aprobaba inmediatamente”, sostuvo.
El diputado señaló que ahora los fondos se destinan a proyectos de infraestructura, educación, salud y subsidios, lo que, en su opinión, ha generado resistencia entre ciertos sectores. “Hoy que queremos ser transparentes, que les hemos dicho a dónde va a ir todo el dinero, ahora vienen a pumpunearse el pecho de que son honestos. Yo los conozco desde 2014 y sé lo que hicieron en congresos anteriores”, declaró.
Acusaciones de corrupción
Dixon no dudó en señalar que, en legislaturas anteriores, el dinero era utilizado para influir en decisiones clave como la elección de la Corte Suprema de Justicia, la aprobación de reformas constitucionales y la distribución de recursos entre políticos. “Aquí repartieron dinero para todo: para elegir a Mauricio Oliva, para declarar constitucional a la Policía Militar, para aprobar presupuestos que terminaban en los bolsillos de los dirigentes”, enfatizó.
Finalmente, el diputado cuestionó los intereses que motivan a los opositores actuales, sugiriendo que algunos están a la espera de ofrecimientos económicos para cambiar su postura. “¿Cuánto le va a ofrecer a Luis Redondo? A ver, ¿a qué precio van a llegar? Porque es lo que están esperando”, concluyó.