De acuerdo con los médicos, la mano derecha quedó gravemente dañada y la mano izquierda también sufrió lesiones que requieren atención especializada.
El Hospital Mario Catarino Rivas reportó el ingreso de un menor de 10 años, procedente de Roatán, Islas de la Bahía, quien sufrió la amputación de su mano derecha tras la explosión de un mortero mientras celebraba la Navidad.
Este lamentable hecho lo convierte en el noveno caso de quemaduras graves por pólvora atendido en el centro asistencial durante las festividades.
El niño manipulaba el artefacto cuando ocurrió la explosión, causando daños severos en ambas extremidades superiores.
Según los médicos, la mano derecha fue completamente destruida, y la otra mano presenta lesiones que requieren atención especializada.
A su llegada al hospital, el niño fue sometido a los primeros tratamientos, y se espera que reciba una cirugía reconstructiva en las próximas horas.