La presidenta de Honduras, Xiomara de Zelaya, no participará en las ceremonias de investidura de Nicolás Maduro en Venezuela ni de Donald Trump en Estados Unidos, previstas para los días 10 y 20 de enero, respectivamente, según confirmó el vicecanciller Gerardo Torres.
El diplomático confirmó la ausencia de la mandataria en ambos eventos, explicando que estas actividades forman parte de los asuntos internos de cada nación. En referencia a una orden de captura contra Edmundo González Urrutia, Torres consideró que su contexto está vinculado a tensiones políticas previas a la toma de posesión en Venezuela.
“Si Edmundo llega a aparecer aquí en Honduras, habremos qué ver que hacen las autoridades del departamento de justicia, pero lo que creo es que eso responde a una lógica política tensa previo a la toma de posesión de Nicolás (Maduro) el 10 (de enero)”, expresó Torres al respecto.
En cuanto a la ceremonia en Caracas, señaló que, aunque la mandataria no asistirá, existe la posibilidad de que Honduras envíe una delegación oficial para representar al país en la investidura del líder venezolano.
Respecto a la asunción de Trump en Washington, Torres explicó que tradicionalmente no se invita a presidentes extranjeros a esta ceremonia, ya que las invitaciones suelen dirigirse a las representaciones diplomáticas acreditadas en la capital estadounidense.
“Ni va ir a Venezuela, ni va a ir a Estados Unidos”, afirmó categóricamente el vicecanciller, poniendo fin a las especulaciones sobre la presencia de Castro en estos eventos.
La investidura de Donald Trump para su segundo mandato está programada para el 20 de enero en los escalones del Capitolio, en una ceremonia que sigue las tradiciones de Estados Unidos.
Por su parte, Nicolás Maduro tomará posesión del cargo en Caracas el 10 de enero, pese a las declaraciones del líder opositor Edmundo González, quien insiste en que será él quien asuma el poder en Venezuela en esa misma fecha.
Las expectativas sobre cómo evolucionarán las relaciones entre el chavismo y el gobierno republicano de Trump se mantienen abiertas, dejando espacio para múltiples interrogantes sobre el panorama político en la región a partir de estos acontecimientos.