DESTACADOHONDURASLO ÚLTIMO

Expresidente Lobo recuerda rol militar en defensa del voto

En un momento político marcado por la incertidumbre y el cruce de declaraciones entre el Consejo Nacional Electoral (CNE) y altos mandos de las Fuerzas Armadas, el expresidente de la República, Porfirio “Pepe” Lobo Sosa, emitió una reflexión contundente en su cuenta oficial de la red social X (antes Twitter), que ha captado la atención de diversos sectores sociales y políticos.

El exmandatario (2010-2014) apeló a la Constitución de la República de Honduras, específicamente al Artículo 272, que establece claramente las funciones esenciales de los cuerpos castrenses dentro del marco del orden democrático. Su publicación no fue casual: responde directamente a la creciente preocupación por las tensiones institucionales que podrían poner en riesgo la estabilidad del proceso electoral hondureño.

“No se puede tapar el sol con un dedo”, escribió Lobo, dejando entrever que hay una verdad evidente que algunos tratan de ocultar: el papel de las Fuerzas Armadas no es deliberar, sino obedecer al mandato constitucional y actuar como garantes de la soberanía, la paz y la democracia.

¿Qué dice el artículo 272 de la Constitución?

El expresidente citó textualmente el Artículo 272, el cual establece que las Fuerzas Armadas de Honduras son una institución nacional de carácter permanente, esencialmente profesional, apolítica, obediente y no deliberante. Su propósito, añade el texto, es:

Defender la integridad territorial y la soberanía de la República

Mantener la paz y el imperio de la Constitución

Proteger el libre sufragio y la alternabilidad en el poder presidencial

Colaborar con la Policía Nacional en el orden público durante las elecciones

Garantizar la custodia, transporte y seguridad de los materiales electorales

Asimismo, se establece que el Presidente de la República debe poner a disposición del Tribunal Supremo Electoral (hoy CNE) a las Fuerzas Armadas desde un mes antes del proceso electoral hasta la declaratoria oficial de resultados.

Una advertencia con peso político

La publicación de Porfirio Lobo no ha pasado desapercibida. Diversos analistas coinciden en que sus palabras buscan recordar el marco legal vigente frente a lo que se percibe como un aumento en la fricción institucional. En los últimos días, han surgido cuestionamientos sobre la neutralidad del Ejército, así como declaraciones cruzadas que ponen en duda la correcta coordinación con el CNE, lo cual resulta preocupante de cara a los procesos electorales de 2025.

El mensaje del expresidente puede interpretarse como una advertencia sobre el riesgo de politizar a las Fuerzas Armadas, una institución que, según la Carta Magna, debe mantenerse al margen de cualquier tipo de injerencia política.

Reacciones y señales al sistema democrático

Ciudadanos, dirigentes políticos y representantes de organizaciones civiles han compartido y comentado la publicación de Lobo. Para muchos, el recordatorio constitucional llega en un momento clave, cuando el país necesita reforzar los pilares del Estado de derecho y el respeto al sufragio como expresión suprema de la voluntad popular.

Otros sectores han sido más críticos, cuestionando si la advertencia del expresidente refleja temores internos dentro del aparato político tradicional o si busca marcar posición en un panorama preelectoral que comienza a tomar forma.

Fuerzas Armadas: garantes, no actores políticos

El llamado de atención gira en torno a una premisa básica: las Fuerzas Armadas deben actuar como protectoras de la democracia y no como participantes de decisiones institucionales que no les competen. La Constitución es clara al respecto y, como señala Lobo, no se puede distorsionar su esencia sin comprometer la estabilidad de la nación.

En un país donde el voto es la herramienta fundamental del pueblo, y donde las elecciones deben estar blindadas contra la manipulación o el miedo, el respeto a los roles establecidos por la Constitución es esencial.

Conclusión: un llamado al equilibrio institucional

Porfirio Lobo Sosa ha encendido un debate crucial sobre el rol de los militares en la democracia hondureña, y lo ha hecho desde la perspectiva del marco jurídico vigente. En tiempos donde la confianza en las instituciones es vital, sus palabras resuenan como un recordatorio urgente: la Constitución debe ser el faro que guíe las decisiones de todos los poderes del Estado.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba