La diferencia entre la mayoría y yo… es que yo ya crucé este campo de minas.
Vi perderse las batallas bajo vítores de un pueblo iluso, sin saber que cada aplauso era un clavo más en el ataúd de su libertad.
Conozco bien el rumbo que imponen estos comunistas.
Porque ya viví ese infierno… y sé que no termina en justicia ni libertad, sino en miseria y represión.
Durante 26 años lloré impotente, viendo cómo el régimen comunista venezolano,
elección tras elección, salía a anunciar con cinismo que “la tendencia es irreversible”.
Y cada vez que lo decía, moría un poco más Venezuela.
Hoy, en Honduras, con el alma hecha trizas y el corazón cargado de una tristeza que duele como plomo en el pecho,
veo cómo mi patria vuelve a caer… esta vez sin freno, sin resistencia, sin conciencia.
Nos arrastran, una vez más, hacia la misma trampa de siempre,
de la mano de Mel Zelaya, y con la complicidad del silencio, la cobardía y la ingenuidad de casi todos.
Con la complicidad de quienes saben y callan. Con la peligrosa ignorancia de quienes no saben y siguen.
Pero al final, da igual.
Por omisión, por conveniencia o por cobardía, todos seremos arrastrados.
Y todos —absolutamente todos— pagaremos el precio.
No el que factura SMARTMATIC en blanco o en negro, sino el verdadero costo de la traición: décadas de miseria estructural, represión sistemática, exilio forzado y muerte silenciada.
Un país secuestrado con algoritmos.
Una democracia asfixiada por líneas de código. Una tiranía digital disfrazada de modernidad electoral.
Hoy ya ganaron una batalla clave sin disparar una sola bala, porque el arma fue el software… y la rendición fue el silencio.
El código fuente es un disfraz que oculta el portal de una dictadura .
La trampa ya está activada.
Y a esta hora… LA TENDENCIA YA ES IRREVERSIBLE.
PD no es mi opinión, es mi experiencia
