
La ciudadanía hondureña en su gran mayoría no va a votar por Libre y su candidata Rixi Moncada. Primero que todo, porque han hecho pacto con fuerzas espirituales demoníacas y, en segundo lugar, por múltiples razones que han causado daño a la sociedad y el Estado. La soberbia que demuestra la candidata de Libre al entrar a una iglesia católica a promover su candidatura y la ejecución de acciones de persecución política en contra de la fraternidad evangélica, denotan un carácter político partidarista insolente, irreverente e ignorante que les afectará, sin duda alguna, el dia que se realicen las elecciones generales este noviembre 2025.
Por otra parte, el hecho de tener polarizada a la sociedad política y a las instituciones debilitadas, se les ha revertido negativamente, dado que han puesto en riesgo, el anhelo democrático de los hondureños en general y, asimismo, demuestran día a día, la mala gobernanza que ejecutan. Asumen que, al crear crisis en el Consejo Nacional Electoral, fomentar las renuncias, realizar amenazas, politizar el proceso electoral y rechazar la supervisión humana de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), van a ganar las elecciones, pero tales balazos les salen por la culata y, la ciudadanía, cada vez más rechaza al oficialismo. La ciudadanía en general, hoy por hoy, exige la transparencia en las elecciones y llama a las fuerzas democráticas, a ponerle atención y fortalecer, una estrategia de contraataque que deben aplicar al momento de realizar las elecciones.
De poco les va a servir a los castromelistas, tener influencia significativa sobre organismos clave como el Poder Judicial, el Ministerio Público y las Fuerzas Armadas o distorsionar el equilibrio institucional a su favor, sí en la conciencia ciudadana votar a favor de la democracia, ya está empoderada en sus conciencias.
Ni los patrones de polarización, ni el uso de los “colectivos armados”, lograrán detener a las fuerzas democráticas. El sistema de dominación política perverso y corrupto que han impuesto los oficialistas, está perdiendo hegemonía. Por más que usen su maquinaria política para intimidar y dividir a los opositores democráticos, no lograrán detener la lucha a favor de la instauración de una gobernanza democrática en Honduras. El gobierno de Xiomara Castro apoyado por el Partido Libre ha fracasado e incumplido sus promesas. No hay tal justicia social, la lucha contra la corrupción es una patraña, las reformas institucionales son inexistentes y la seguridad ciudadana es una inefectiva política pública.
En las elecciones primarias quedó reflejada la derrota que tendrán en las elecciones generales. Son lentos, cometen fallas logísticas y demostraron una poca capacidad administrativa para operar las elecciones internas en su Partido Libre, el sabotaje intencional que quisieron imponer se les revirtió como bumerangs que les pego directamente en sus cabezas. Los libre enfrentan perdida de legitimidad interna y fracturas partidarias, ya no hay unidad en este partido. Su legitimidad está empañada y confrontan una crisis de gobernabilidad crónica.
En conclusión, Libre va a perder las elecciones de noviembre 2025 aun cuando ha instrumentalizado el Estado negativamente, debilitado al CNE, hace uso de discursos polarizadores y lanza a los colectivos para hacer presión política. El hecho de no cumplir las promesas y demostrar deficiencias organizativas lo hunden. Ya existe pérdida de confianza dentro del propio partido y en la ciudadanía. El triunfo lo tienen las fuerzas democráticas si hacen lo que tienen que hacer.