
Este sábado, las iglesias evangélica y católica llevaron a cabo una caminata de oración a nivel nacional y en varias ciudades de Estados Unidos, con el propósito de clamar por la paz, la justicia y la democracia en Honduras.
La jornada se desarrolló de forma simultánea en Tegucigalpa, San Pedro Sula y más de cincuenta municipios del país, así como en comunidades hondureñas radicadas en el exterior.
Convocada por la Confraternidad Evangélica de Honduras y la Conferencia Episcopal, la iniciativa fue presentada como un acto netamente espiritual, sin vínculos con partidos políticos.
Sacerdotes, pastores y fieles participaron portando Biblias y mensajes de esperanza, en un llamado conjunto de oración por el futuro del país.
Aunque desde sectores oficialistas se intentó restar valor a la movilización al señalar supuestas motivaciones políticas, la masiva participación evidenció el respaldo de miles de hondureños dentro y fuera del territorio nacional, unidos bajo un mismo clamor espiritual.
En el marco de la actividad, también aparecieron rótulos colocados por grupos desconocidos con mensajes de rechazo a la movilización; entre ellos, la consigna: “La Confraternidad no nos representa”. Dichos carteles fueron instalados durante la madrugada con la intención de cuestionar la legitimidad de la convocatoria y criticar a los líderes religiosos que impulsaron la jornada.