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EL CASTROMELISMO TERGIVERSA EL SOCIALISMO

Por: Marcio Sierra

La cúpula dirigente del Partido Libre no solo le miente a la ciudadanía hondureña, pero también imponen una modalidad gubernativa atrofiada, a través del clan político castromelista que, es perversa y alejada completamente de la doctrina socialista con enfoque democrático. Por más que intentan levantar la bandera socialista como estandarte de justicia social, reivindicación histórica y ruptura con el modelo oligárquico neoliberal; la gobernanza que imponen, es corrupta, incompetente, tiránica y concentradora de riqueza en núcleos familiares aliados a la oligarquía Zelaya-Castro. En los casi cuatro años de gobierno que tienen, en vez de cimentar un sistema político y económico para vivir en una sociedad más justa y equitativa, dentro de un marco democrático y capitalista, aplican una intervención estatal que no reduce la desigualdad ni promueve el bienestar social.

La narrativa socialista que proclaman los refundacionales de Libre, en la realidad la convirtieron, en una acelerada desigualdad económica, es decir, en un reparto desequilibrado de riqueza y rentas económicas entre miembros o grupos aliados al Partido Libre y la oligarquía familiar castromelista. No instauraron la democratización del poder político y económico, sino que han fortalecido el Estado botín y aumentado la opacidad en el manejo de los recursos públicos y reducido la defensa de los derechos sociales y colectivos. Lo cual indica, un distanciamiento profundo de los principios y compromisos con la igualdad, la solidaridad y el bienestar de las mayorías.

Los dirigentes del Partido Libre al plegarse al castromelismo han caído en una atrofia política casi similar al cáncer que se produce en las personas cuando lo tienen. Hoy por hoy, el ideal socialista en Honduras, no es más que una injusta redistribución, un descarado clientelismo político, una corrupta concentración del poder en una oligarquía familiar, el uso de los recursos de erario público como botín partidario y la ausencia de políticas estructurales para combatir la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, hacen gala de un discurso oficial que proclama consignas “socialistas” que utilizan como “mecanismo propagandístico artificioso” para hacer creer que están realizando una real transformación. Los ejemplos abundan: el control discrecional de los fondos públicos, el debilitamiento de la institucionalidad democrática, la falta de una política económica integral, la opacidad en las contrataciones estatales y la priorización de intereses partidaristas sobre el bien común. Estos procesos antes descritos, reflejan un comportamiento político que desacredita al socialismo, porque lo hacen ver como una forma de gobierno demagógico y de dominación autoritaria maligna que, solo busca asegurar, la permanencia de una tiranía amoral basada en el poder de un grupo reducido de familias corruptas. La refundación socialista que proclama el Partido Libre, es un eslogan político farsante utilizado para enmascarar la práctica gubernamental deshonesta que reproduce las mismas estructuras de desigualdad que dicen combatir y, asimismo, con el fin de despertar sentimientos populares o estados de ánimos generalizados a favor de sus intereses políticos.

La ciudadanía hondureña no debe dejarse arrastrar por la ideología socialista refundacional del Partido Libre que promueve la candidata Rixi Moncada, porque es vacía, no tiene coherencia, fomenta la ausencia de rendición de cuentas y no sabe o miente sobre la aplicación de políticas reales de transformación social. En otras palabras, expresan un socialismo falso que se limita a ser un discurso legitimador del poder.

 

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