
Pese a que durante la campaña electoral el partido Libertad y Refundación (Libre) prometió vender el avión presidencial como símbolo de austeridad y rechazo a los lujos del poder, el gobierno de Xiomara Castro habría invertido 63 millones de Lempiras en su remodelación.
La información ha causado polémica en la opinión pública, ya que contrasta directamente con el discurso oficial de transparencia y ahorro en el manejo de los recursos del Estado.
El avión presidencial había sido cuestionado en gobiernos anteriores por representar un gasto innecesario frente a las múltiples necesidades sociales del país. Libre, entonces en la oposición, fue enfático en señalar que, al llegar al poder, pondría la aeronave a la venta y utilizaría los fondos recaudados para programas sociales.
Sin embargo, en lugar de cumplir con esa promesa, la administración actual destinó una millonaria suma a su modernización. La inversión de 63 millones de lempiras incluye mejoras en la estructura, sistemas de navegación, interiores de lujo y mantenimiento especializado, lo que ha desatado críticas de sectores políticos y sociales.
Para muchos, este gasto contradice el discurso de un gobierno “socialista y cercano al pueblo”, mientras hospitales públicos y centros educativos enfrentan graves carencias.
Analistas políticos señalan que la decisión erosiona la credibilidad del oficialismo, pues refleja un patrón de incumplimiento de promesas de campaña. Además, abre el debate sobre prioridades presupuestarias en un país marcado por la pobreza y la falta de inversión en áreas esenciales.