A solo 38 días de la justa electoral el 30 de noviembre, la democracia hondureña enfrenta una severa crisis institucional que pone en duda la estabilidad y transparencia del proceso donde el voto de la ciudadanía está en juego como la pieza clave en el ajedrez de la historia política del país.
Las últimas semanas se han acrecentado las tensiones en los organismos encargados de llevar el proceso electoral con buen fin, no obstante, se gestan pugnas entre funcionarios bajo intereses mezquinos y ajenos al bienestar de los hondureños.
El Congreso, Paralizado y al Borde de la Ruptura
El oficialismo mantiene bloqueado el Congreso Nacional, lo que ha provocado que las bancadas opositoras (Liberal, Nacional y PSH) amenacen con autoconvocarse si el presidente, Luis Redondo, no llama a sesión. La oposición acusa a Libre de intentar imponer una Comisión Permanente y concentrar el poder, manteniendo al Legislativo en un estancamiento prolongado. La diputada Maribel Espinoza ha sido enfática: «Si no convocan, nos autoconvocaremos. Ya no hay más tiempo.»
El TJE Sin Quórum: Justicia Electoral Paralizada
La crisis se extiende al Tribunal de Justicia Electoral (TJE), que se encuentra paralizado por la inasistencia de uno de sus magistrados y suplentes. El presidente del TJE, Mario Flores, denunció que la falta de quórum impide resolver expedientes clave, incluyendo el del candidato presidencial Jorge Cálix. Flores advierte: «El país está a las puertas de una crisis democrática. No puede ser que una minoría paralice la acción jurisdiccional.»
CNE en la Mira: Retrasos y Falta de Confianza
El Consejo Nacional Electoral (CNE) también genera inquietud por dificultades en el cronograma, especialmente por la conectividad y nuevos desacuerdos internos. Expertos y la sociedad civil alertan que la suma de estas tensiones —Congreso inoperante, TJE paralizado y el CNE con problemas— incrementa los riesgos de inestabilidad y socava la confianza en los resultados del 30 de noviembre.
Tu Voz es la Salida: ¡A Votar Masivamente!
Pese a la convulsión y la fragilidad institucional, diversos sectores hacen un llamado urgente: ¡No te desanimes! La democracia se defiende en las urnas. La respuesta de la ciudadanía es crucial. Sal y vota masiva y responsablemente el próximo 30 de noviembre.
