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Exministro Arturo Bendaña y Exjuez Carlos Rivas Sánchez ya están en tribunales para audiencia inicial por millonario fraude

Este martes 27 de agosto, se lleva a cabo la audiencia de declaración de imputado en los tribunales en Materia de Criminalidad Organizada y Corrupción, en contra del exministro de Salud Arturo «Tuky» Bendaña y el exjuez de Letras de lo Civil de Francisco Morazán, Carlos Octavio Rivas Sánchez, junto a otros exfuncionarios, acusados de fraude al Estado de Honduras por más de 224 millones de lempiras.

La Fiscalía Especial para la Transparencia y el Combate a la Corrupción Pública (FETCCOP) del Ministerio Público (MP) presentó un requerimiento fiscal que señala a estos exfuncionarios de la Secretaría de Salud y a representantes de empresas mercantiles por compras irregulares de medicamentos, suministros médicos, equipos quirúrgicos y de laboratorio. Estas transacciones fraudulentas, que tuvieron lugar entre 2010 y 2012, habrían resultado en un daño al erario público por más de 224 millones de lempiras.

Los acusados incluyen a Arturo Bendaña Pinel, Miguel Ernesto Flores Cisneros, Moisés Torres López, Vinicio David Monterrosa Sierra, Roberto Carlos Meza Figueroa, Vanessa María Urbizo Escobar, Nelson Geovanny Alvarenga Rodríguez, Reynaldo Leiva Suazo y Carlos Octavio Rivas Sánchez. Entre los delitos imputados se encuentran fraude, prevaricato administrativo, falsificación de documentos públicos, violación de los deberes de los funcionarios y encubrimiento.

Según las investigaciones, la red de corrupción utilizó contratos fraudulentos, licitaciones amañadas y un mecanismo ficticio denominado «extrafinanciamiento» para desviar fondos destinados al sistema de salud. Parte de estos fondos fueron obtenidos a través de resoluciones judiciales emitidas por el exjuez Rivas Sánchez, quien facilitó demandas forzadas contra el Estado respaldadas por documentación falsa.

El fraude orquestado por esta red afectó gravemente al sistema sanitario hondureño, dejando a miles de ciudadanos sin acceso a medicamentos y suministros esenciales. Muchos hondureños, especialmente aquellos en condiciones vulnerables, sufrieron las consecuencias de esta falta de insumos, enfrentando la escasez en los centros de salud, con resultados devastadores para sus vidas.

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