Varios análisis bastante bien pensados plantean lo que está ocurriendo en nuestro país y han establecido las razones que explican el por qué ocurre la crisis. Por ejemplo, el Centro de estudio para la Democracia (CESPAD), mantiene con sistematicidad informes sobre “la radiografía de los conflictos socioambientales en Honduras”, valiosos para plantear acciones estratégicas, por parte de las fuerzas ciudadanas democráticas, que no aceptan el “modus operandi” del narco gobierno socialista en Honduras. A continuación, en este artículo, doy una versión analítica propositiva menos académica, pero con más énfasis en procesos prácticos para fortalecer la lucha política y poder vencer las pretensiones tiránicas de los narcos socialistas refundacionales, propias de la gobernanza que dirige la presidente Xiomara Castro.
1.Develar la verdadera realidad de los familiones que nos gobiernan. El Consejo Nacional Anti corrupción (CNA) ha demostrado que son tres las familias que tienen el control del gobierno (la Zelaya castro, la Flores Dubon, la Moncada Godoy) y que son instrumentalizadas por el Partido Libre, para imponer acciones políticas anticapitalistas, que suponen son generadoras de bienestar ciudadano. Estas familias actúan de manera cínica y les importa un bledo, la eficiencia en la gestión administrativa, porque colocan en los puestos administrativos públicos claves, a familiares que acallan los valores morales necesarios para evitar la corrupción pública. La gobernanza basada en estos familiones, ha caído en un proceso vertiginoso de descredito moral que las fuerzas democráticas opositoras deben rechazar, sacando a la luz las verdaderas intenciones corruptas que tienen estas familias. El enfoque de mando gubernativo basado en familiones corruptos ha tocado fondo, al haberse demostrado objetivamente, que existen vinculaciones con el narcotráfico y los jefes narcotraficantes. En consecuencia, enfrentamos un desequilibrio institucional en la gobernanza política narco socialista. Lo que avizora que se va a producir un reacomodamiento interno de este esquema gubernativo, orientando hacia acciones más represivas en contra de las fuerzas democráticas opositoras.
2.Demostrar la incompetencia en la gestión de las políticas públicas y la ineficacia de sus resultados. Por más que diga el gobierno refundacional, a través de campañas publicitarias que las acciones gubernativas, son beneficiosas para el desarrollo nacional, la realidad demuestra que el proceso de desarrollo socioeconómico va de mal en peor. La gobernanza refundacional, ha preferido enfatizar en lo político partidarista y aprovechar el poder temporal que tienen para el enriquecimiento individual y la financiación política del proceso proselitista que van enfrentar en el 2025, apuntando a gestiones en procesos administrativos que les favorecen políticamente, pero minimizando o desestimando la ejecución de políticas sociales y económicas que aseguren resultados provechosos, para el progreso del pueblo hondureño. Es tal la ineptitud que demuestran en la definición y ejecución de políticas socioeconómicas que, en vez de ganar progreso social para el pueblo en general, lo empobrecen cada día más, cayendo en una situación de pauperización que es intencionada.
3.Organizar el bloque de poder de las fuerzas democráticas unificado, es una tarea necesaria e incuestionable. Crear la fuerza democrática opositora unificada, para dar la lucha política, es la ruta correcta para vencer a los narcos socialistas. De un lado, los partidos políticos democráticos se tienen que unir alrededor de objetivos políticos comunes y, por otro lado, los frentes democráticos de la sociedad civil, incluidos los empresarios anuentes a dar la lucha , deben apoyar la ejecución de acciones de resistencia democrática.
4.La resistencia popular democrática necesita evidenciar en acciones o manifestaciones callejeras, la inconformidad que tenemos con el gobierno narco socialista, utilizando los chats o las plataformas digitales, pero también, saliendo a las calles para manifestar el repudio social y político, ante la gobernanza tiránica, que ejerce el gobierno continuamente.