En Honduras, estamos viviendo una etapa histórica en la que se hace necesario asumir una actitud crítica y razonable ante la mentira política. El partido libre, no es una organización cualquiera que profesa mentiras comunes, pero sí una organización partidarista que promueve animadversión, porque han intensificado la frecuencia de las mentiras políticas con la finalidad de minimizar el reproche ciudadano, ante una gobernanza mediocre que demuestran, al administrar de manera incompetente, tramposa y corrupta la gobernabilidad. Las mentiras de los socialistas refundacionales, van más allá de asuntos relacionados con cuestiones de la filosofía metafísica o conceptuales acerca del rumbo político de Honduras o de la validez y solidez de las políticas públicas que están ejecutando, dizque en favor del pueblo pobre, sino que la actitud mentirosa que aplican, es la manera peculiar de usar el leguaje en política, para socavar las posturas opuestas a los posicionamientos de poder que ostentan.
Estamos observando la aplicación de una actitud política mentirosa que desvaloriza los valores morales y éticos en la función administrativa pública y en la aplicación de decisiones propiamente de control del poder de Estado. Demeritan o rechazan con escaramuzas políticas mentirosas las acciones ciudadanas que ponen en duda el quehacer gubernativo que realizan.
En este sentido, las mentiras políticas que promueve el Partido Libre y sus asesores cubanos y venezolanos, tienen la función de alterar las condiciones que fundamentan la justicia en un contexto democrático y que la ciudadanía democrática reclama. Además, los políticos refundacionales buscan aquietar los reclamos ciudadanos, manteniendo la ignorancia estructural con mentiras políticas bien pensadas, a fin de esconder la indiferencia que tienen ante las condiciones que la generan.
En este artículo, asumo que la mentira política de los socialistas refundacionales, es una modalidad particular de mentir “que constituye una forma especial de engaño” y, se vuelve, una modalidad especifica de mentir, debido a la singularidad del lenguaje cotidiano que ponen en práctica los políticos refundacionales, porque para ellos, el despliegue de las mentiras políticas, es funcional para sostenerse en el poder.
Los socialistas anidados en el Partido Libre, son políticos mentirosos que a través del engaño hacen creer que la ideología que profesan, es la que le conviene a Honduras. Por ejemplo, con lo de la denuncia del acuerdo de extradición, saben que actuaron incorrectamente, pero mienten para hacer creer que actuaron correctamente, promoviendo enunciados o posturas sobre el rechazo de la extradición que no son verdaderas.
Se produce una clara intención de engañar para contener el reproche moral que la ciudadanía les atribuye por ser políticos mentirosos. El lenguaje de los políticos socialistas refundacionales es predominantemente persuasivo y, al usar la mentira política, excluyendo la moralidad en las razones que dan para justificar sus acciones, muy bien pueden ganar la adhesión de aquellos ciudadanos que manifiestan la disposición para apoyarles en el momento histórico actual, dado que, el electorado hondureño, muy buena parte de ellos, son proclives a aceptar los mensajes políticos que promueven desde distintos ángulos del quehacer político partidarista y el gobierno.
En otras palabras, la mentira política, se usa para ganar la adhesión de los ciudadanos y ciudadanas que ellos definen como objetivos blancos que les importan.