El “Padre Melo”, como es ampliamente conocido, acudió a Tocoa para participar en las exequias y el entierro de López, quien fue abatido a tiros el pasado sábado en esa localidad del departamento de Colón.

“El asesinato de nuestro hermano Juan López, desde su plena y absoluta identidad inicial, fue un asesinato político”, manifestó Moreno, visiblemente consternado por el crimen.

Durante la ceremonia, el sacerdote enfatizó que este acto violento tiene un trasfondo político y está destinado a infundir miedo y silenciar a quienes luchan por los derechos ambientales.

“Será que nos vamos a dejar derrotar por la decisión de los criminales de que nos quedemos con miedo y silencio”, se preguntó retóricamente el jesuita ante los asistentes a la misa de cuerpo presente.

Moreno también destacó la resistencia de López frente a las adversidades, recordando cómo el activista había enfrentado la cárcel y los procesos judiciales que lo acosaban, saliendo victorioso de estas experiencias.

El entierro de Juan López, de 46 años, fue acompañado de familiares, amigos y compañeros de la causa ambiental, quienes exigieron justicia y castigo para los responsables del crimen. La conmoción por su muerte ha generado una ola de indignación en la comunidad de Tocoa.

En el funeral, decenas de personas pertenecientes al Comité Municipal de Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa (CMDBCP) ovacionaron a López. Los presentes desplegaron una pancarta que decía: “El Estado te mató, porque no te protegió”, en referencia a las medidas cautelares que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había otorgado a López.

Ante la gravedad del asesinato, que ocurrió en plena vía pública pese a las protecciones de la CIDH, la Policía Nacional de Honduras ha ofrecido una recompensa de 500 mil lempiras por información que conduzca a la captura de los responsables. López también era concejal del municipio de Tocoa por el partido oficialista, Libertad y Refundación (Libre).