Wilmer Calix, dirigente del transporte en Honduras, expresó su preocupación tras la quema de dos autobuses tipo “rapidito” que fueron completamente incinerados durante el fin de semana en la colonia El Carrizal, Tegucigalpa. Las autoridades aún investigan el incidente, que se suma a una creciente ola de violencia e inseguridad que afecta al sector del transporte público en el país.
“Hemos pedido que se haga una investigación seria para saber que sucedió con estos autobuses. Nos llama la atención que ayer también llevaban una unidad de transporte secuestrada y eso ya días no ocurría y en este mes ya son dos unidades que nos la han secuestrado, no vaya a ser que se va a salir de las manos esto y haya una nueva estrategia de presionar al sector”, manifestó Cálix a CHTV.
Asimismo, manifestó que es raro que varios puestos también se hayan incendiado en El Carrizal.
“Está en investigación lo que pasó en El Carrizal, donde dos unidades se incendiaron y no sabemos qué sucedió. Pedimos que se esclarezca lo que pasó”, declaró Calix al referirse a los hechos, que dejaron pérdidas económicas significativas para los propietarios de los vehículos.
Calix también denunció que los transportistas enfrentan una situación crítica debido a los constantes robos y secuestros de unidades, lo que genera incertidumbre y temor entre los conductores y propietarios. «Estamos sufriendo el robo de unidades y el secuestro de estas. El gobierno no entiende que vivimos de rodillas. Es una gran inversión la que hacemos y que en cinco minutos nos quiten las cosas, no se puede», lamentó el dirigente.
El sector del transporte en Honduras ha sido blanco de extorsiones y ataques por parte del crimen organizado en los últimos años, con una creciente preocupación por la falta de protección y apoyo gubernamental. Los transportistas exigen respuestas claras y acciones inmediatas para frenar la violencia que afecta tanto a trabajadores como a usuarios.
