Este lunes, el exalcalde de la capital y precandidato presidencial del Partido Nacional, Nasry «Tito» Asfura Zablah, comparece ante una audiencia de declaración de imputado, en la que enfrenta cargos por presuntos delitos de lavado de activos, entre otros. La audiencia ha generado una gran expectativa y un fuerte despliegue de seguridad en las inmediaciones del tribunal, ante lo que muchos ven como un evento crucial en la política hondureña.
Desde primeras horas del día, un operativo de seguridad se activó en los alrededores del juzgado donde se llevará a cabo la audiencia. La Policía Nacional ha establecido un perímetro de resguardo para garantizar el orden, en un contexto de creciente atención pública y mediática. Decenas de agentes fueron desplegados para asegurar la zona, dado el perfil político de Asfura, quien es considerado uno de los principales contendientes para las elecciones presidenciales de 2026.
El Partido Nacional muestra su apoyo
El Partido Nacional ha cerrado filas en torno a su precandidato. Líderes de la bancada nacionalista, incluyendo al subjefe Nelson Márquez, han calificado las acusaciones contra Asfura como parte de una estrategia política del gobierno actual para debilitar a la oposición de cara a los próximos comicios. En declaraciones a Radio América, Márquez aseguró que el caso contra Asfura es una «persecución política» y comparó la situación con tácticas empleadas en otros países de la región para inhabilitar a líderes de la oposición.
«Lo que estamos viendo hoy es la instrumentalización de la justicia para fines políticos. Nasry ‘Tito’ Asfura es un hombre que representa la esperanza para Honduras, y por eso lo están atacando. No nos cabe duda de que esta es una estrategia para intentar detener su candidatura,» expresó Márquez.
El Partido Nacional ha convocado a sus simpatizantes y a la dirigencia a estar presentes cerca del tribunal como muestra de respaldo a Asfura. Se espera que varios líderes del partido se desplacen hasta el lugar para acompañarlo en este momento crucial. «Vamos a estar allí, acompañándolo y defendiéndolo. Tito cuenta con todo nuestro apoyo,» aseguró Márquez.
Un caso con fuerte impacto político
La imputación de Nasry «Tito» Asfura llega en un momento delicado para la política hondureña, en medio de un ambiente polarizado y con las elecciones generales en el horizonte. Asfura, quien fue alcalde de Tegucigalpa y se perfila como uno de los candidatos más fuertes dentro del Partido Nacional, enfrenta cargos que podrían complicar su aspiración presidencial.
Sin embargo, desde las filas nacionalistas insisten en que las acusaciones carecen de fundamento y que se trata de un intento del partido de gobierno, Libertad y Refundación (Libre), de frenar a sus oponentes más fuertes. Márquez comparó el caso de Asfura con lo sucedido en Venezuela y Nicaragua, donde opositores fueron inhabilitados o encarcelados para evitar que participaran en elecciones clave.
«Estamos viendo un patrón claro de persecución, como el que ocurrió en Venezuela con Manuel Rosales y en Nicaragua con los candidatos opositores a Daniel Ortega. La única razón por la que persiguen a Tito es porque saben que puede ganar las elecciones,» sostuvo Márquez.
Fuerte resguardo y tensión en las inmediaciones del tribunal
La presencia policial en los alrededores del tribunal ha sido notoria desde la madrugada. Decenas de agentes han sido desplegados para evitar cualquier tipo de altercado o manifestación que pueda alterar el orden público durante la audiencia. Las autoridades también han cerrado algunas calles cercanas al juzgado, limitando el acceso al área, mientras que vehículos de la policía y unidades antidisturbios permanecen en alerta ante posibles movilizaciones.
En paralelo a la audiencia de imputado, el Congreso Nacional celebrará una sesión extraordinaria, lo que ha alimentado especulaciones sobre posibles vínculos entre la actividad judicial contra Asfura y la agenda política del gobierno. Algunos sectores han señalado que el juicio del precandidato podría ser utilizado como una medida de presión para lograr apoyo en la discusión de la controvertida Ley de Justicia Tributaria.
Nasry «Tito» Asfura, conocido por su liderazgo como alcalde de Tegucigalpa y su carisma dentro del Partido Nacional, enfrenta un momento decisivo en su carrera política. A pesar de las acusaciones, su partido ha reafirmado su respaldo total y confía en que el proceso judicial no afectará sus aspiraciones presidenciales.