CANALES. Para que vean, en los tiempos de las “satánicas” compañías bananeras y su “prisión verde”, los gringos tenían miles de kilómetros de canales de alivio -no bordos- y ellos mismos les daban mantenimiento.

PILOTES. Las compañías también dragaban los ríos, para prevenir las inundaciones, y construían sus oficinas, viviendas, escuelas y hasta hospitales sobre pilotes, justo para no ser anegados por el agua cuando venían las llenas, hoy llamadas tormentas tropicales y huracanes.

BAIGÓN. Ajá, pero en cuanto los marxistas de cafetín les echaron baigón y las compañías bananeras pintaron llantas, el flamante Estado catracho pasó a hacerse cargo de las inundaciones, del ferrocarril, de la salud y la educación de la “people” de los campos bananeros. Y qué creen que pasó.

RIELES. Desapareció el ferrocarril -se peinaron hasta los pernos y rieles- desaparecieron las escuelas, hospitales, centros de salud, el comisariato -donde compraban barato- desparecieron los pilotes y empezaron a construir al mismo nivel del río.

BORDOS. Ajá, y lo más macanudo, desaparecieron los canales de alivio y aparecieron -asómbrate, chico, como decía Tres Patines- los bordos de oro y de diamantes, con los que unos cuantos vivos se han hecho millonarios en los últimos 40 años.

AMATES. Los últimos bordos, construidos en mayo pasado en la Costa de los Amates, “costaron” 54 millones y se fueron de patilla con la primera lluvia. Pobre, pueblo, pobre…

GUASA. Hombre, como en esas redes todo lo hacen guasa, allí estaban va de mandar memes acusando a “SARA” de “golpe de estado” y a la tal narcodictadura de haberla creado a través de la inteligencia artificial. ¡Qué lenguas!

LIBRE. La bulla en la capital industrial es que “Pandilla Suncery” ya quedó libre, gracias a Libre, y que no tarda en volverse a la lanzar en busca de la hueca de los “jampedranos”.