
Durante la reciente Cumbre de la Celac celebrada en Honduras, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Luther Castillo Harry, expresó su «profundo agradecimiento» hacia Cuba, país que considera un modelo en áreas clave como salud y educación.
La presencia del presidente cubano Miguel Díaz-Canel en el evento generó reacciones encontradas, especialmente desde sectores republicanos de Estados Unidos. Sin embargo, para Castillo Harry, la colaboración cubana ha sido vital en la transformación de vidas y comunidades enteras en Honduras.
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“Cuba siempre es el faro para nosotros, a pesar de la dificultad. Honduras está muy agradecida por lo que hacen los médicos, los maestros. Lo que ha hecho Cuba por nosotros como país es un agradecimiento de corazón”, declaró.
El ministro se graduó en la Escuela Latinoamericana de Medicina (Elam) en La Habana. Fue parte de una generación de jóvenes hondureños que, sin recursos para estudiar en su país, encontraron en Cuba una oportunidad para formarse profesionalmente.
“Yo soy orgullosamente egresado del aula cubana. Mi formación general y mi especialidad en medicina familiar la hice allá. Yo soy un producto de esta solidaridad, de esta revolución”, dijo.
Recordó que viajó a Cuba en 1999 con apenas una mochila. Allá, según relató, vivió de forma austera, pero nunca se sintió desprovisto: “Allá viví con lo justo, pero nunca con lo mínimo”.
“No es ideología, es experiencia. No me lo contaron. No lo vi en redes. Yo lo viví. Yo vi cómo cuando se acababa el pan en nuestro comedor, los cubanos sacaban el suyo para dárnoslo a nosotros. Eso no lo hace cualquiera”, remarcó.
Cooperación cubana
Por otro lado, Castillo compartió cifras para ilustrar el impacto de la cooperación cubana: más de 29 millones de consultas médicas gratuitas han sido realizadas en Honduras por personal de salud enviado desde la isla. Si se calculara cada consulta a 30 dólares, esa ayuda equivaldría a unos 870 millones de dólares.
A ello se suman intervenciones quirúrgicas como las del programa “Operación Milagro”, con el cual miles de hondureños han recuperado la vista a través de cirugías de cataratas, incluso en zonas remotas.
También hizo mención del programa de alfabetización “Yo sí puedo”, que ha sido implementado por brigadas cubanas en comunidades marginadas del país.
“Solo quien entiende el valor del humanismo, de la solidaridad verdadera, puede valorar ese esfuerzo. El pueblo hondureño es agradecido de corazón”, afirmó.