
Santa Bárbara, Honduras. – En un movimiento que reconfigura el panorama político del occidente hondureño, el diputado nacionalista Mario Pérez confirmó este martes la consolidación de una alianza municipal entre el Partido Liberal y el Partido Nacional en el municipio de Colinas, Santa Bárbara, de cara a las elecciones generales del próximo 30 de noviembre.
El acuerdo —que contempla un solo candidato a la alcaldía— busca arrebatar el control del municipio al Partido Libertad y Refundación (Libre), con Amable Hernández que ha gobernado durante 7 periodos consecutivos la alcaldía santa barbarense, esto equivale a 28 años de mandato edilicio y aunque actualmente está electo como alcalde de esa localidad se ha desempeñado la administración de Xiomara Castro de Zelaya como viceministro de la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (INSEP) y también ha ocupado el cargo de director interino del Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo (INJUPEMP) Por lo que Pérez fue enfático:
“Hay que dejarlo muy claro: no es presidencial, no es de diputados. Es una alianza exclusivamente municipal para enfrentar al gobierno local de turno. El pueblo lo pidió y hoy lo hemos cumplido.”
¿Y si se unen?
Santa Bárbara es uno de los bastiones electorales más disputados del país. Según datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), en las elecciones de 2021, el departamento registró más de 240,000 votos válidos, distribuidos así:
- Partido Nacional: 89,000 votos (37%)
- Partido Liberal: 63,000 votos (26%)
- Partido Libre: 73,000 votos (30%)
Esto significa que, si liberales y nacionalistas unieran fuerzas, representarían más del 63% del electorado, una cifra capaz de neutralizar el dominio local de Libre y modificar el equilibrio político en toda la región occidental.
De consolidarse esta estrategia en otros municipios —como sugiere Pérez—, la oposición podría recuperar hasta 6 de las 28 alcaldías que hoy controla Libre en Santa Bárbara, y marcar un precedente nacional de cara al proceso electoral.
Oposición sin precedentes
El pacto entre liberales y nacionalistas, históricamente rivales, representa una de las alianzas políticas más inusuales en la era democrática hondureña. Ambos partidos suman más de 130 años de historia, y juntos conservan la base política más amplia del país, con más de un millón y medio de afiliados activos.
La unión municipal de Colinas podría convertirse en el laboratorio político de una estrategia mayor: una alianza opositora multipartidaria destinada a contrarrestar el peso del oficialismo de Libre, que —según denuncias del propio Pérez— “usa la maquinaria estatal, los bonos, fertilizantes y ayudas directas para comprar conciencias”.
“No hay lucha imposible. Hasta las torres gemelas se cayeron. Si se puede ganar. Si se puede ganar”, afirmó el diputado con tono desafiante, asegurando que el oficialismo “está seriamente preocupado con esta alianza”.
El escenario político
Con LIBRE consolidando estructuras locales gracias al uso de recursos gubernamentales y programas sociales, la decisión de fusionar fuerzas municipales entre el Liberalismo y el Nacionalismo abre una nueva ruta de confrontación directa.
En palabras de analistas, el acuerdo de Colinas podría ser el inicio de una recomposición del bloque opositor que termine replicándose en municipios clave como San Luis, San Marcos y Gualala, donde los resultados de 2021 fueron sumamente cerrados.
En tiempos donde las divisiones políticas parecían irreconciliables, Colinas, Santa Bárbara, se convierte en símbolo de una nueva estrategia: el voto opositor unido.
Si el experimento funciona, la alianza Liberal–Nacional podría definir no solo alcaldías, sino el equilibrio de poder en todo el país.