Operación Lanza del Sur: Washington contra el narcoterrorismo
El United States Department of Defense (Pentágono), anunció oficialmente un nuevo operativo militar antinarcóticos que, según Washington, tiene alcance hemisférico y se centrará en redes de “narcoterrorismo” que operan en América Latina y el Caribe.
El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, reveló que la denominada Operación Lanza del Sur (en inglés “Southern Spear”) ha sido activada bajo orden del presidente Donald Trump con el objetivo específico de “expulsar a los narcoterroristas” que operan en el Hemisferio Occidental y amenazan la seguridad de EE.UU. y sus socios regionales.
Según el Pentágono, la operación será liderada por la Joint Task Force Lanza del Sur junto con el United States Southern Command (USSOUTHCOM) y abarca misiones navales, con drones, interceptaciones marítimas y otras acciones extraterritoriales en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico.
Entre los detalles más relevantes está el despliegue de grandes unidades navales estadounidenses en la región, incluida la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford a aguas cercanas a Venezuela y la muerte de presuntos “narcoterroristas” en ataques en el Pacífico y el Caribe que EE.UU. ya ha llevado a cabo en los últimos meses.
El anuncio ha generado tensión diplomática en la región, particularmente con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, que acusa a Washington de preparar una intervención militar encubierta bajo la bandera del combate al narcotráfico. Hasta el momento, la cúpula chavista ha respondido con silencio, y no ha proporcionado una respuesta oficial detallada.
En cuanto a objetivos específicos, el Pentágono no entregó aún mapas operativos ni listados públicos de las organizaciones que serán blanco del operativo. Se menciona que el foco estará en navíos y “narcolanchas” que transitaban rutas de narcotráfico desde el Caribe o las costas latinoamericanas hacia EE.UU.
La operación implica un renovado uso del aparato militar estadounidense en América Latina y el Caribe para asuntos que tradicionalmente se manejan como policiales o judiciales, lo cual reaviva cuestionamientos sobre soberanía y escalada militar en un contexto ya tensionado.
Para los ciudadanos de la región, las implicaciones pueden materializarse en mayor presencia militar extranjera, posibles operativos en aguas o territorios limítrofes, y un incremento de la vigilancia antinarcóticos.
