Tropas estadounidenses desembarcan en Puerto Rico en el marco del mayor despliegue militar en el Caribe en 30 años
Tropas de Estados Unidos desembarcaron en Puerto Rico este 7 de diciembre de 2025 para realizar ejercicios militares en Ponce y el Campamento Santiago, buscando reforzar la seguridad regional y presionar al régimen de Maduro en Venezuela.

El despliegue de las fuerzas estadounidenses en Puerto Rico marca el refuerzo militar más intenso en el Caribe en más de tres décadas.
Decenas de soldados descendieron de vehículos de transporte en el puerto de Ponce, formaron filas junto a autobuses y se trasladaron junto a equipamiento y armamento, hacia las instalaciones logísticas, con miras a su reubicación en un Campamento de Santiago.
Descargaron contenedores y cajas con material táctico, mientras una fila constante de vehículos militares esperaba para continuar el movimiento. Todo el proceso se desarrolló bajo vigilancia de la Policía Militar en un perímetro.
En el mar, la jornada incluyó maniobras anfibias con embarcaciones de tipo LCAC (Landing Craft Air Cushion), que llevaron a cabo aproximaciones a tierra, navegación a distintas velocidades y trayectos de ida y vuelta frente a la costa de Ponce. Estas maniobras forman parte de los típicos ejercicios de desembarco y proyección de fuerza que combinan actividades marítimas y terrestres.
El despliegue responde a una acumulación militar en la región que se inició en agosto de 2025 y que ha sido ampliada en meses recientes. En total, más de 7.000 soldados están desplegados en distintos puntos claves del Caribe.
Según datos oficial del Departamento de Defensa de Estados Unidos, la operación involucra portaaviones USS Gerald R. Ford, seis destructores, tres buques anfibios, un crucero lanzamisiles, un submarino nuclear y un conjunto aéreo que incluye patrullas marítimas, bombarderos estratégicos, drones de reconocimiento y helicópteros.
Washington sostiene que este despliegue tiene un doble fin, reforzar la seguridad regional frente al narcotráfico y el crimen organizado, y además proyectar una señal de disuasión hacia Venezuela, apuntando al régimen de Nicolás Maduro y a redes criminales transnacionales.



