OPINIÓN

Cúpula de Libre amenaza con no soltar el poder

Por: Marcio Sierra

La cúpula del Partido Libre no quiere desengancharse del poder y amenazan con desconocer las elecciones que han perdido o pierden sin duda alguna. Hoy por hoy, al percatarse que los resultados de las elecciones recién pasadas les desfavorecen rotundamente; la fracción radical socialista, insinúa rechazar la derrota resistiendo institucionalmente desde el poder mismo. La fracción socialista radical del Partido Libre, está construyendo una narrativa para desconocer la evidente derrota electoral y dificultar la entrega del poder. Han lanzado el mensaje sin apelar a la resistencia ciudadana, pero aprovechando el poder institucional que aún tienen, para provocar el caos institucional y lograr la descomposición democrática finalmente. Al negarse a aceptar la derrota electoral atizan el miedo al poner en “jaque” el sistema republicano hondureño. Al no querer ceder el mando que pierden por la vía electoral, demuestran una actitud irracional perniciosa porque están creyendo que el poder de Estado les pertenece. Lo cual nos confirma que ven el poder como botín y no como mandato.

Desde que asumieron el gobierno, al ganar las elecciones en noviembre 2021, Libre a ido cambiando la propuesta refundacional, siguiendo una lógica política de resistencia que busca desgastar a la oposición democrática. Con la derrota electoral que sufren, llegan al punto en que constatan que ya no tienen el respaldo ciudadano mayoritario y, en consecuencia, deciden cambiar el lenguaje político que pasa, de defender la alternabilidad a una postura que propone la “continuidad histórica”, no de rendición de cuentas sino de defensa del proyecto socialista, no de oposición legitima sino de “enemigos del pueblo”. Con solo que hayan colocado el tema de la continuidad forzada demuestran que buscan aferrarse al poder contra la voluntad ciudadana. Al día de hoy, en que hemos confirmado en elecciones transparentes el rechazo a la candidata del Partido Libre por abrumadora ventaja, enfrentamos la instalación de una crónica espinosa y peligrosa: ya no ven rivales políticos, sino enemigos; ya no se debe permitir la crítica democrática, sino la conspiración; ya no se acepta la alternancia, sino la perpetuidad del proyecto socialista. Primero deslegitimaron al opositor democrático, luego el proceso electoral y, ahora finalmente, niegan la derrota.

Al desconocer la derrota electoral demuestran una soberbia política que definitivamente rompe el pacto democrático, con consecuencias graves tales como: la instauración de la inestabilidad, el aislamiento internacional, la conflictividad social y una peligrosa fractura institucional. La cúpula del Partido Libre quiere prolongar la crisis institucional, lo cual significa, caer en una irresponsabilidad histórica. Ven en la alternancia una amenaza porque saben que es el corazón de la democracia. No quieren reconocer que perder una elección no les va a destruir como partido; sino que les obliga a revisarse, a corregirse, a volver a escuchar. En la medida que se aferren al poder demuestran el síntoma de su degradación.

El Partido Libre tiene la oportunidad de lanzar un mensaje importante al país: respetar sin reservas el veredicto de las urnas, cualquiera que sea. Con ello gana autoridad moral y crear confianza ante la voluntad popular.

 

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