
Tegucigalpa, Honduras – Así se encuentra a esta hora la aduana El Amatillo, del lado de Honduras, debido a la enorme cantidad de personas, entre adultos mayores, mujeres con niños y compatriotas que se quejan por la lentitud de la atención del Instituto Nacional de Migración.
Increíblemente, la atención del lado salvadoreño solo tarda tres minutos; sin embargo, la queja es recurrente de los viajeros, quienes deben hacer largas filas para regresar a Honduras.
Una vez más, el Instituto Nacional de Migración muestra su ineptitud para brindar atención a los hondureños, ya que las ventanillas se encuentran solas y eso provoca el malestar de los compatriotas.



