Este viernes falleció a sus 96 años el reconocido sacerdote de CorquÍn, Copán, Fausto Milla.
El padre Fausto Milla nació en Guarita Lempira Honduras el 29 de octubre de 1,927 es el segundo de cinco hijos que procrearon el matrimonio conformado por José María Milla y Trinidad Núñez.
Fue ordenado sacerdote de vocación tardía a la edad de 41 años en Medellín, Colombia, en el año 68.
El sacerdote de las plantas
El padre Milla, era un apasionado de la naturaleza y particularmente de las plantas de las cuales siempre buscan obtener sus beneficios para ayudar a mejorar la salud de los más necesitados.
Muchos le llamaban el sacerdote de las plantas, haciendo eco del calificativo que le dió el doctor Juan Almendares. El padre fue un hombre que no se guardó sus conocimientos para él y siempre enseñó a los pobres a curarse con sus propios recursos; con barro, ajenjo, hoja de guanábana, baños de asiento y microdosis de un bejuco llamado drago, y a comer sanamente, entre muchas otras enseñanzas.
Uno de los medicamentos más reconocidos en la tienda del padre Milla es la Micro dosis Drago: Es un excelente antibacteriano, antimicótico y antiviral, está indicado para todo tipo de infecciones en la garganta, encimas, fuego en la boca, dolor de muelas, picadura de insectos, infecciones en la piel.
En cuanto a sus sermones siempre fueron profundos con llamados a la reflexión constante para beneficio de la vida espiritual de sus feligreses y a la población en general, abogó siempre por la paz y el desarrollo de Honduras.
Sufrio persecución
Durante la dictadura de Tiburcio Carías Andino, su padre tuvo que huir a El Salvador, su familia quedó en la nada por la confiscación de los bienes «y mi madre solo quedó con la riqueza de cuatro niños y un quinto por nacer, recuerdo que un día dormimos en la casa de un señor Mardoqueo, en la aldeita que se llama La Majada y por habernos dado posada en su casa, le pusieron la multa de una vaca», relató el sacerdote en una de incontables entrevistas que brindó a la prensa hondureña.
El Partido Libertad y Refundación a través de su jefe de bancada en el Congreso Nacional lamentó el deceso del sacerdote y recordó que fue perseguido por la extinta Dirección Nacional de Investigación (DIN) en la década de los 60 y 70 .
Asimismo la fuerza política acentuó que el padre Fausto Milla fue un militante del Partido Libre. Pero lo cierto es que más que identificarse con un partido político el líder religioso se identificó siempre con las causas del pueblo y no tuvo miramiento para criticar y decir la verdad a los políticos cuando consideró que no actuaban de la forma correcta.
Siendo párroco de Corquín, el Padre Milla, también se desempeñaba como director de Cáritas Diocesana, su trabajo en la organización de las comunidades y la protección que daba a los refugiados salvadoreños provocó que los militares y la policía secreta y uniformada lo persiguieran permanentemente.
En febrero de 1981, cuando regresaba de México de participar en el Tribunal Permanente de los Pueblos, el Padre Milla fue secuestrado por escuadrones de la muerte, en La Flecha Santa Bárbara. Estuvo cautivo durante seis días en un cuarto de tortura localizado en la tercera avenida, frente a la Droguería Nacional, en San Pedro Sula. No lo interrogaron ni recibió torturas, pero no le dieron de comer y tuvo que soportar los lamentos de otros detenidos mientras los torturaban.
En la última etapa de su vida el Padre Milla fungió como administrador de su propia tienda de medicina natural como una alternativa a la medicina tradicional.
